Piqué, en zona mixta, analizó el partido del Barcelona y lo que resta de Liga: "Nervios no, pero cada partido es un mundo. Había que tomarle el pulso al partido: el Betis regaba el campo y hoy no lo había regado. Con la expulsión se nos puso de cara el partido. Que cerremos con victoria, es que nos salen las cosas bien. Vamos a centrarnos en el partido que viene. Daba la sensación de que teníamos la Liga en la mano y lo malgastamos. Si lo ganamos, el gusto será doble. Ya es suficiente motivación ganar la Liga, podría ser contra el Espanyol como contra otro".