La historia de José Lourenço el hombre de 104 años que ha recibido los sacramentos de iniciación cristiana

José Lourenço da Silva ha asegurado que haber recibido los sacramentos le han cambiado la vida: "Me acostaba en la cama y soñaba con tanta basura. Ya no"

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José Lourenço da Silva tiene 104 años. Vive en el Estado brasileño en de Paraná, en el Alto Piquiri. No solo su longevidad llama la atención, ya que también ha recibido recientemente los sacramentos del Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación, después de varios encuentros con agentes de Pastoral de la Tercera Edad.

El neófito expresó su interés por el bautismo cristiano, gracias a las visitas de Sidônia dos Santos, colaboradora de la Pastoral de Tercera Edad de la diócesis de Umuarama en Brasil. Durante sus visitas a José, le preguntó sí quería recibir el Bautismo. José Lourenço respondía con un 'sí'.

Fue el sacerdote Antônio Murilo Macedo da Luz quien le administró los sacramentos después de pedir autorización para ello. Una vez le dieron luz verde desde la diócesis, el anciano inició la catequesis pre-bautismal durante un periodo de un mes, para la preparación de la Primera Eucaristía y la Confesión. El 17 de junio fue bautizado y recibió los demás sacramentos en la capilla São Judas Tadeu, en Alto Piquiri y Sidonia fue su madrina.

En un diálogo posterior a su conversión, José contó al R.D.-SD Noticias cómo le ha cambiado la vida haber recibido los sacramentos de iniciación cristiana: “Me acostaba en la cama y soñaba con tanta basura, y después de que me bautizó el cura, ya no sueño más. He mejorado mucho”, explicó el neófito.

La Iglesia busca que todas las personas reciban válidamente el Bautismo, como sacramento necesario para Salvación. Aunque los sacramentos de la Iniciación Cristiana son irrepetibles, sin embargo, cuando hay alguna duda de que el candidato no fue bautizado o quizá no fue válido su bautismo, se pide un permiso al obispo para bautizar a esta persona, en el rito el ministro dirá: “Si estás bautizado, yo no te bautizo otra vez, pero si aún no estás bautizado [vertiendo el agua sobre la cabeza] yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

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