Las raíces históricas del Arzobispado Castrense, tan antiguas como el mismo Ejército

Los sacerdotes dedican la atención espiritual y pastoral a la Casa de Su Majestad el Rey, las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad del Estado

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El Papa Francisco ha nombrado este lunes, 15 de noviembre, a Mons. Juan Antonio Aznárez Cobo nuevo arzobispo Castrense de España. El arzobispado castrense estaba vacante tras el fallecimiento de Mons. Juan del Río Martín, el 28 de enero de 2021. Está al frente, como ordinario Castrense, el sacerdote Carlos Jesús Montes

El Arzobispo Don Juan del Río Martín falleció el pasado 28 de enero en el Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla” tras no poder superar las consecuencias de la covid-19.

Los capellanes castrenses, los equipos de gobierno del Arzobispado y del Seminario “San juan Pablo II”, los seminaristas y el personal de la Curia se unieron a la familia en esos momentos de dolor y elevaron sus oraciones por el eterno descanso de quien fue su pastor.




La historia del Arzobispado Castrense

Según se puede leer en la página web del Arzobispado Castrense, su historia tiene unas raíces tan antiguas como el mismo Ejército y su razón de ser en la solicitud que siempre ha tenido la Iglesia por ofrecer asistencia espiritual a los militares. Los sacerdotes dedican la atención espiritual y pastoral a la Casa de Su Majestad el Rey, las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad del Estado. El Concilio Vaticano II llama a los militares "ministros de la seguridad y de la libertad de los pueblos"

La Jurisdicción Eclesiástica específicamente Castrense existe en España desde la primera mitad del siglo XVII. En 1645 el Papa Inocencio X concede a los Vicarios del Ejército, jurisdicción sobre los Capellanes en quienes delegaba sus facultades y sobre los militares que estuvieran fuera de sus respectivas diócesis y por el tiempo que durasen las guerras. En 1736 el Papa Clemente XII extiende la jurisdicción del Vicario General Castrense a todo tiempo, en guerra y paz.

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Durante la guerra civil de 1936-39 se habilita de nuevo el servicio religioso con algunos de los Capellanes que en su día habían sido disueltos y otros muchos sacerdotes. El entonces Arzobispo de Toledo, Cardenal Gomá, comisionado por la Santa Sede, organiza interinamente la asistencia religiosa, y actúa como Delegado Pontificio.

Al finalizar la guerra civil se reorganizó paulatinamente el servicio religioso castrense. En 1950 se restablece la jurisdicción eclesiástica castrense en su sentido pleno, en virtud del Convenio firmado en Roma entre la Santa Sede y el Estado Español.

Finalmente, el 3 de enero de 1979 se establece entre la Santa Sede y el Estado Español un nuevo Acuerdo sobre la «Asistencia Religiosa a las Fuerzas Armadas y Servicio Militar de Clérigos y Religiosos», que está en vigencia actualmente.

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El trabajo del Arzobispado Castrense durante la pandemia

Durante los meses de pandemia las diócesis españolas se comprometieron para ayudar a los más necesitados a través de varios proyectos, la mayoría relacionados con el problema alimentario, el de la vivienda o el tema sanitario.

En Aleluya, en el mes de septiembre, pudimos hablar con Padre Benito, capellán del Arzobispado Castrense, que nos contó, entre muchas cosas, como nació la idea del proyecto “El Granero de José”. El capellán colabora además con Cáritas Castrense que gestiona este proyecto con el que han conseguido ayudar a más de 100 personas en toda la geografía española.

“Cuando saltó el estado de alarma nos hemos sentado varias veces con el Arzobispo, Don Juan del Río, para ver que podíamos hacer. Siempre teníamos con nosotros el lema #LaCaridadNoCierra y ayudábamos a los más necesitados con la entrega de alimentos y medicación. Teníamos también el proyecto Cerca de ti que surgió también en nuestra Cáritas donde se atendían las necesidades básicas de todas las personas acogidas o de nuevas solicitudes”.

Les quedaba, nos dije Benito, "ese sabor de boca de que noestábamosllegando a todo". “Surgió entonces en una conversación la figura de José y del Génesis y de como se preveía la recolección de ese granero de trigo en los años abundantes para suplir los años de necesidad que veían y tener el trigo en reserva”.

A partir de ese momento nació el proyecto "El Granero de José". Se inició una recaudación de los capellanes castrenses y una aportación del Arzobispo y después se abrió a todos los fieles. “Hemos recaudado entorno a 64.000 euros y el Arzobispo Castrense, Don Juan del Río, tenía 4 pilares básico donde quería actuar: el pilar de la alimentación, de la educación, de la medicina y el de la vivienda” nos dijo Padre Benito.

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