Meriam Ibrahim, la joven que esquivó la pena de muerte en Sudán y mantuvo en vilo a millones de cristianos

La periodista Antonella Napoli promovió la campaña para su liberación en 2014 y ahora lo cuenta en su libro 'Me llamo Meriam'

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En 2014 se convirtió en un símbolo de los cristianos perseguidos en nuestro tiempo. Con 27 años de edad, Meriam fue arrestada por el tribunal de Jartum (Sudán) acusada por un pariente desconocido por las causas de adulterio, por la que recibiría 100 latigazos, y acusada a la pena de muerte por apostasía del islam al negarse a renunciar a su fe cristiana.

Abandonada por su padre y criada por su madre, mujer ortodoxa de nacionalidad etíope, Meriam Ibrahim y Daniel Wani, sudanés refugiado en Estados Unidos, se dieron el 'si quiero' en 2011 en la capital de Sudán. Un matrimonio cristiano invalidado, una sentencia los convirtió en adúlteros: la sharía no permite que un cristiano pueda casarse con una musulmana.

La pesadilla no hizo más que comenzar. Encarcelada, Meriam dio a luz a su segunda hija en unas condiciones que violaban los derechos humanos, pero firme en su pensamiento de no renunciar a su fe, la joven siguió luchando día tras día hasta su liberación.

<< Cuando, una calurosa mañana de mayo, el juez pronunció la sentencia que me condenaba a cien latigazos por adulterio y a muerte en la horca por apostasía, no imaginé que iba a convertirme en un símbolo ni aspiraba, ni mucho menos, a convertirme en uno. Me interesaban tan solo mi fe y el respeto por los principios con los que me había criado y en los que creía firmemente. .>>

Comienzo del libro 'Me llamo Meriam'

'Me llamo Meriam'

Su historia ahora la plasma la periodista Antonella Napoli en su libro 'Me llamo Meriam'. La italiana, firme defensora de los derechos humanos, dio a conocer la historia a los medios y promovió la campaña para su liberación. En la presentación contó cómo fue su primer encuentro con la joven: “Entró a la habitación, se le iluminó el rostro, sonrió y se acercó a abrazarme diciendo: Hermana, hermana...”

Antonella también quiso encomiar la labor de los abogados sobre el terreno: “El abogado de Meriam, Mohaned, es musulmán y la apoyó en todo momento, ha podido salir del país y vive como refugiado en Reino Unido, recibe muchas amenazas” afirmaba.

Un mes después de su liberación, Meriam Ibrahim sería recibida por el Papa Francisco en la residencia de Santa Marta: “Tú eres un ejemplo para todos los cristianos, eres un ejemplo para mí”. Actualmente la joven sudanesa reside en Estados Unidos con sus hijos y su marido Daniel, en silla de ruedas por una enfermedad que poco a poco va mermando su estado de salud.

Meriam nunca perdió la fe cristiana y jamás pronunció las palabras que la hubieran librado de aquel cautiverio. Meriam prefirió arriesgar su vida antes que renegar de sus creencias.

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