Inés de Castro: la calle del mercado eternamente provisional - Pateando A Coruña

Inés de Castro: la calle del mercado eternamente provisional

Calle Inés de Castro. Comienza en Médico Durán y termina en Pla y Cancela. 22 números. 150 metros, 15005

Una calle con pasión medieval 

La calle Inés de Castro se dedica a esta noble ourensana, cuya trágica, pasional y truculenta historia de amor medieval es material de oro para teleseries o guionistas de Juego de Tronos. Pasó de paño de lágrimas con el recién enviudado príncipe Pedro de Portugal a casarse en secreto con él. Esto no gustó nada a su padre, el rey Alfonso IV, que ordenó degollar a doña Inés.

Pedro el Enamorado se convirtió en Pedro El Cruel , y se vengó con saña de todos los que conspiraron en su contra. Cuando accedió al trono, cuenta la leyenda que coronó como reina de Portugal el cadáver de Inés de Castro e hizo que sus vasallos le besaran la mano.

El corazón de A Falperra

En esta vía en cuesta que termina en curva no hay tanta pasión como su nombre. Estamos en un barrio a un paso del centro, de extracción humilde, edificios sin ascensor y habitantes más bien mayores. Inés de Castro es zona azul de la ORA, es decir, zona comercial. No hay conexión directa con buses y las paradas más cercanas son las que están en Juan Flórez y Pla y Cancela

 

Si miramos a nuestro alrededor enseguida nos damos cuenta de que el comercio vivió mejores tiempos en esta calle. Abundan los bajos vacíos, varios de ellos de tiendas de moda infantil.

     

De mercado provisional a definitivo

Lejos queda la época de esplendor del mercado de Santa Lucía, que tiene su entrada principal en esta calle. Este edificio acristalado tiene casi 40 años, aunque su actividad era heredera de la del mercadillo del barrio de Santa Lucía que se celebraba en el entorno de A Palloza desde siempre. A finales de los 60 las placeras se mudaron a este emplazamiento, donde estaba el conocido como Gran Garaje. Iba a ser durante un tiempo, puesto que los planes municipales pasaban por construir un nuevo mercado en la calle A Falperra. Nunca ocurrió, y finalmente el lugar provisional se convirtió en definitivo, cuando, en julio de 1980, se abrió el nuevo mercado de Santa Lucía. El proyecto del arquitecto Gallego Jorreto , marcado por el vidrio verdoso, dotaba a la plaza de abastos de 4 plantas, oficina, almacenes y un diseño funcional, aunque no tuviera rampas para los carritos.

La decadencia de Santa Lucía 

Nada que ver con lo que hay ahora: de más de 200 puestos de venta, solo quedan tres en el interior del mercado. Decepcionados, frustrados y agotados abren todos los días sus puestos el carnicero, la pescadería y la frutera, además de algunas tiendas exteriores. 

A Santa Lucía hay que venir a tiro fijo, si uno no quiere deprimirse o temer por su integridad. Los carteles de “prohibida la mendicidad” sobran en el entorno desierto que los rodea, y la cafetería cerró por falta de clientes.  

La señal de quincallería lleva a un último piso en el que ya no hay nada más que puestos abandonados y deteriorados. Goteras, persianas semicaídas, cajas vacías y hasta pájaros completan la fotografía de un lugar clavado en el pasado. 

Santa Lucía fue durante mucho tiempo el motor de toda A Falperra, el entorno de Juan Flórez y la Ronda de Nelle. Aunque además de por su pescado, era famoso por su nada disimulada venta ilegal de aparatos electrónicos, ropa falsificada o tabaco de batea. Aún hoy en día, sigue habiendo redadas puntuales

Guerra de proyectos y pancartas

Ni preguntando a los placeros conseguimos saber muy bien cuál de los proyectos sobre el futuro de Santa Lucía está expuesto en una de las carnicerías vacías de la planta baja. Y es que desde hace un lustro este mercado y su futuro están en el limbo más absoluto. 

Si salimos al exterior, vemos dos pancartas: una pide “Centro galego de saúde e mercado xa”. En la otra, el Ayuntamiento anuncia un mercado y centro de salud con una imagen virtual que sitúa el ambulatorio en un edificio anexo, que el SERGAS rechazó por no ser adecuado para un uso sanitario.

En el medio de la disputa, casi 5.000 metros cuadrados de decadencia que los vecinos quieren recuperar. Entre sus iniciativas estuvo recoger más de 3.000 firmas para demandar la construcción del ambulatorio en las instalaciones. Hablamos con Antonio Deus, presidente de la asociación de vecinos y comerciantes de A Falperra:  

Ideas sobran. Solo falta acuerdo y decisión para hacerlo, antes de que, como doña Inés de Castro, se quiera coronar el mercado de Santa Lucía solo cuando esté muerto.

 

 

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