El Papa Francisco proclama Venerable a la joven de 14 años, Alexia González-Barros, llevada al cine en dos ocasiones
¡Mis queridos palomiteros! ¿Volverá al cine ‘Alexia’, el documental de Pedro Delgado Cavilla? Como sabéis, el pasado jueves 5 de julio el Papa Francisco reconoció las virtudes heroicas de la joven madrileña Alexia González-Barros.
El cine, que siempre ha estado pendiente de las causas importantes, también ha reflejado la vida de la niña en forma de un espléndido documental, estrenado en España el 13 de mayo de 2011 -formó parte del ciclo de películas en preparación a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid que se celebró en agosto de ese año-, dirigido por el polifacético Pedro Delgado Cavilla y distribuido por European Dreams Factory. Lo traemos a colación por la grandeza de la noticia.
El filme Alexia pone voz al entorno de la joven madrileña Alexia González-Barros, que nació en Madrid el 7 de marzo de 1971 y falleció en Pamplona el 5 de diciembre de 1985, y que desde 1993 se encontraba en proceso de beatificación. La película cuenta con testimonios de sacerdotes, familiares, profesores y amigos.
Narrado en primera persona por la propia Alexia (Miriam Fernández) y por su ángel custodio, Hugo (Richard del Olmo), el documento se detiene en la infancia, en sus primeros años de vida y en la relación con su familia y sus compañeros de colegio, gracias a los abundantes vídeos caseros que la película muestra con sabiduría e inteligencia al no abusar de ellos pero de mostrarlos todos bien armados en su conjunto.
¿Volverá al cine ‘Alexia’, el documental de Pedro Delgado Cavilla? No estaría de más reconocer ahora a Alexia González-Barros
De este modo, el espectador se encontrará con una jovencita que siente el amor adolescente, que con pocos años imita a Charlot, monta en bicicleta, entrega al santo Juan Pablo II una carta el día de su Primera Comunión en Roma… ¡o se sube a los muebles!
La cinta relata, a su vez, cómo fueron sus últimos meses de vida cuando, mientras luchaba contra un tumor maligno que padeció en la columna vertebral, Alexia fue capaz de asumir su enfermedad y convalecencia de forma estoica, con gran alegría y dedicada íntegramente a Dios.
Por eso las veces que ella sentía la presencia demoníaca en su vida, nada la perturbaba. A este respecto resultan muy oportunas las palabras del exorcista Antonio Fortea. El lema de Alexia era “Jesús, que yo haga siempre lo que Tú quieras”.
Éste ha sido el motivo por el cual la joven se encuentra a un paso de ser declarada beata. Pero su historia no queda aquí. A raíz de la publicación de una breve biografía escrita por María Victoria Molins, una religiosa de su colegio en Madrid (Jesús Maestro), la vida de Alexia comienza a difundirse. Un religioso claretiano, el padre Apodaca, es el que anima a los padres de Alexia a dirigirse al arzobispado de Madrid para poner en conocimiento la fama de santidad que estaba adquiriendo su hija.
En mayo de 2.000 el padre de Alexia entregó en Roma el resultado de la investigación recogida en 11 tomos de 4.600 páginas
A fecha de 2011, la causa de Alexia estaba difundida por numerosos países, se habían editado 9 biografías y se había traducido a 11 idiomas, incluyendo el inglés, francés y alemán entre otros. Y ya se habían recibido más de 100.000 cartas de agradecimiento.
No es una respuesta a Camino
El director de la película aseguraba en rueda de prensa que su película “no es una respuesta” a la película Camino, pseudoproducto al servicio de los ideólogos progres y dirigido por Javier Fesser en el que se desdibuja por completo la vida de la niña al tiempo que se critica gratuitamente al Opus Dei.
No sobran aquí, las palabras que dijo Jaume Roures, el productor de la película y presidente de Mediapro cuando recogió el Goya a la mejor película española en 2009: “para amargarnos nos casamos, tenemos hijos y al Opus Dei”.
Por su parte, Pedro Delgado Cavilla indicaba que cuando vio este filme se emocionó “sólo hasta la mitad”. “Luego veo ciertas irregularidades del guión”, señalaba, e insistía en que, aunque “en España todo se hace en contra de alguien”, éste no es su caso porque “no hay ninguna alusión”.
El objetivo de esta historia era “decir la verdad sobre la vida de Alexia”, matizaba. En Camino, señala Delgado, se dice que fue un sacerdote del Opus Dei quien propuso su beatificación, pero en realidad fue un claretiano, al que ya nos hemos referido, quien le habla a sus padres sobre la importancia que está teniendo Alexia en el mundo. Entre esos ejemplos, indica que Camino muestra que la madre es una fanática y “otras cosas que no se ajustan a la verdad”.
No es una defensa de su beatificación
En el documental se ha intentado que no parezca una dimensión demasiado “religiosa o ñoña” e incluso Delgado destaca que es “laica”
“De su vida religiosa hay muchos aspectos que no aparecen, no hay carga de religión porque no quería convertir el documental en una defensa de su beatificación”, indicaba.
Además, añade que otra de las intenciones fue que ningún narrador emitiera una opinión, tan sólo fotografías, imágenes de vídeo y testimonios. “La idea era que a partir de testimonios el espectador juzgara”, concretaba.
Como miembro de la Academia de Cine, Delgado temía que la familia no le quisiese recibir, por lo que tuvo que tejer una estrategia que consistió en recurrir al director de la revista religiosa Mundo Nuevo para acceder hasta ella.
Alexia pues, es un espléndido trabajo fílmico, optimista y valiente, bien forjado y documentado, que pone de relieve la sencillez con la que cualquiera de nosotros puede alcanzar la santidad
Ninfa Watt, doctora en Comunicación y religiosa teresiana que conoció a González-Barros, ha señalado que la familia de Alexia “son personas muy discretas, que han sabido mantenerse al margen de todo”. “No se habían involucrado si no se tratara de la verdad. Les garanticé verdad y respeto”, destacaba.
¿Los niños pueden ser santos?
Aunque la pregunta da lugar a numerosos debates, nuestra historia cuenta con casos de niños menores que llegaron a ser santos, como Domingo Savio, y otros que están en proceso de canonización como es el caso de Alexia, Laura Vicuña o Antonietta Meo (Nennolina).
Alexia pues, es un espléndido trabajo fílmico, optimista y valiente, bien forjado y documentado, que pone de relieve la sencillez con la que cualquiera de nosotros puede alcanzar la santidad. Además de ser conmovedor, hacernos llorar y reír, Pedro Delgado Cavilla ha logrado recoger por completo el espíritu de González-Barros y de darlo a conocer en estos tiempos tan convulsos para la fe. Y a partir de ahora muchísimo más.