Delgado rozó la victoria en Lieja en 1989
En el esprint, no hay sorpresas. Kelly impone su ley y Delgado cierra el grupo de elegidos terminando en cuarta posición. El irlandés consigue una victoria más en su abultado palmarés tras 268 kilómetros de recorrido.

Delgado rozó la victoria en Lieja en 1989

Hubo un tiempo en que los ciclistas españoles “huían” de las clásicas. Me refiero a las grandes clásicas del norte de Europa. Afortunadamente, el paso de los años ha demostrado que pueden competir de tú a tú e incluso ganar en competiciones como la Flecha Valona o la Lieja-Bastogne-Lieja. En 1989, España dio prueba de ello con nuestros dos mejores hombres. Pedro Delgado terminó en cuarta posición y Miguel Induráin, décimo. El segoviano afrontaba el que sería el mejor año de su carrera deportiva, a pesar de no ganar el Tour de Francia. Por su parte, el navarro ya apuntaba maneras. Dos años después empezaría su reinado en el ciclismo mundial.

¿Por qué Delgado estuvo a punto de ganar?

Todo empieza tres años antes. “Perico” fichó por el PDM holandés y comenzó a conocer una serie de carreras que, anteriormente, las veía muy lejanas. El propio Delgado lo rememora así: “Hubo dos carreras que se me quedaron grabadas y con ganas de conseguir la victoria algún día. Me refiero a la Flecha Valona y, especialmente, a la Lieja-Bastogne-Lieja”.

En esta edición de 1989, el ciclista español estuvo muy  incisivo. A pesar de no tener imágenes de televisión de la prueba, podemos imaginar a un “Perico” como el corredor combativo que disfrutamos en la «Grande Boucle» de 1989. En Lieja, en el descenso del mur de Chambrallers atacó. Junto a él se marcharon Philipot, Anderson y el siempre peligroso Kelly. Hacen hueco con respecto a un segundo grupo donde permanece atento Miguel Induráin.

A 29 kilómetros de meta, el segoviano realiza un segundo ataque. ¿Pudo ser definitivo? Delgado lo recuerda de este modo: “Me faltó desarrollo para mantener a distancia a Kelly, Anderson y Philipot, ya que los últimos 15 kilómetros eran llanos. Me quedé con las ganas. Con un final como el de ahora, hubiese sido otra cosa. Nunca he tenido la sensación tan clara de que esta carrera tenía que haber sido mía”.

En el esprint, no hay sorpresas. Kelly impone su ley y Delgado cierra el grupo de elegidos terminando en cuarta posición. El irlandés consigue la victoria tras 268 kilómetros de recorrido.

La Lieja-Bastogne-Lieja de 1989 es el principal asunto que hoy te contamos en “A Tumba Abierta”, un blog dirigido por Cristóbal Cabezas en el que el ciclismo siempre es el gran protagonista. No te pierdas las mejores historias de uno de los deportes más bellos del mundo.

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