Fajín y solideo o con hábito de monje: ¿Cómo viste un obispo que ha sido religioso?

El monje cisterciense Octavi Vilà ha sido nombrado obispo de Gerona: ¿qué hábito vestirá a partir de ahora? ¿Qué relación le unirá con los Bernardos? Un liturgista responde

Tiempo de lectura: 2’

Monje cisterciense, abad de un monasterio, ordenado sacerdote hace nueve años... y ahora obispo. Una trayectoria poco frecuente en la Iglesia pero que ha experimentado Octavi Vilà, que ha sido nombrado por el Papa Francisco titular de la diócesis de Gerona.

Al ser un caso inusual, son muchas las dudas que han surgido a raíz del nombramiento de Vilà como obispo: ¿le veremos oficiando celebraciones con el hábito de monje?; ¿Qué relación le unirá a partir de ahora con los Bernardos? ¿Es compatible su cargo de abad del Real Monasterio de Santa María de Poblet?

Son preguntas que hemos planteado en ECCLESIA al sacerdote Manuel García Gálvez, liturgista y Canónigo-Maestro de Ceremonias de la Catedral de Granada.

Respecto a la trayectoria de Octavi Vilà, el liturgista reconoce que no es lo normal pero entra dentro de lo posible siempre que el Papa dé el visto bueno: “En la vida religiosa es más normal que haya obispos por pertenecer a una congregación, pero de una orden contemplativa a obispo no es normal”.

¿Qué hábito viste un obispo que ha sido monje?

En cuanto a la indumentaria, García Gálvez asegura que difícilmente veremos a Octavi Vilà con su hábito de monje cisterciense, ya que su realidad cambia a partir de ahora: “Cuando un sacerdote es ordenado obispo, independientemente de si pertenece a una congregación, al clero secular o a una orden monástica, su esposa es la diócesis. No es que tenga que cortar con su pasado, pero su realidad es distinta”, ha precisado.

“Pongo el ejemplo del Papa Francisco que era jesuita, pero cuando le hicieron arzobispo de Buenos Aires entrecomillas deja de ser jesuita. Es jesuita pero ya no es de la de la congregación, aunque eso no quite que Octavi Vilà no siga inspirándose en San Bernardo de Claraval o en San Benito”, apunta el liturgista granadino.

De esta manera, lo normal será que veamos a partir de su toma de posesión como prelado de Gerona con el fajín y el solideo propio de los obispos en las celebraciones, y con el traje negro y alzacuellos de los sacerdotes en el día a día.

No obstante, Manuel García Gálvez ha puntualizado que puede haber excepciones, como el del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, a quien es habitual verle ataviado con su hábito de franciscano: “Cuando son nombrados obispos no tienen por qué abjurar del hábito pero ya es otra realidad distinta, aunque el Código de Derecho Canónico no lo prohíbe”, ha continuado explicando.

La condición de obispo, incompatible con responsabilidades en las órdenes monásticas

El Canónigo-Maestro de Ceremonias de la Catedral de Granada ha aclarado también que la condición de obispo es incompatible con cargos de responsabilidad en una congregación u orden monástica, por lo que Octavi Vilà renunciará como abad del Monasterio de Poblet: “Ya no tiene dependencia de su comunidad ni del superior general de la Orden. Al ser obispo, dejas un camino y ahora se debe a la diócesis, en plena comunión con el Santo Padre”, ha expresado.

Finalmente, Manuel García Gálvez ha puntualizado que se puede renunciar al nombramiento del Papa. De hecho, se han dado casos de sacerdotes que renunciaron a ser obispos por diversos motivos: “Hay muchos motivos, porque no se vea capacitado, esté pasando por un momento de quebranto de salud... Además puede negarse perfectamente porque los sacramentos no se pueden imponer”, ha recalcado.

Religión