El cardenal Osoro: “Hace falta una nueva evangelización que sea nueva en ardor, método y expresión”

Durante la celebración de la Jornada de la Vida Consagrada explicó que "hemos sido enviados como mensajeros para preparar un camino de esperanza para los hombres"

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La catedral de la Almudena acogió este jueves en la fiesta de la Presentación de Jesús, la Misa con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. La celebración estuvo presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, quien, al comienzo de su homilía, agradeció la «llamada a la consagración al servicio de un carisma, dando la vida en la misión de la Iglesia desde una congregación o instituto religioso».



El cardenal quiso remarcar que “hemos sido enviados como mensajeros para preparar un camino de esperanza para los hombres a través del carisma en el cual ha querido el Señor que viviésemos nuestra consagración. Un día os encontrasteis con Él y entrasteis a formar parte de una familia religiosa o de un instituto que le da rostro con obras y palabras”.

Aludiendo al lema de la jornada, ‘Caminando en esperanza’, el prelado aseguró que “con la fuerza de la esperanza no tenemos miedo a las pruebas, ya que estas nunca podrán alterar la alegría que brota en nosotros por el hecho de ser amados por Dios. Su amor nos basta. Esa esperanza consiste, sencillamente, en descubrir el corazón de Padre bueno y misericordioso de Dios. Esta virtud teologal es el elemento distintivo de los cristianos”.

Una nueva evangelización

Ante los religiosos congregados en el primer templo de Madrid, el cardenal Osoro recalcó que “la esperanza solo está en Dios. Pensar en esto da fuerza para mostrar el rostro de Dios con tu vida y con tu amor desde el carisma que tengas. Por eso, el primer compromiso que nos atañe a todos es recuperar la esperanza y hace falta una nueva evangelización que sea, como han recordado los tres últimos Papas, san Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, nueva en ardor, método y expresión”.

El arzobispo concluyó animando a todos los presentes a acoger a Jesucristo “con todas las consecuencias, como lo hicieron vuestros fundadores”. La Misa fue concelebrada por el obispo auxiliar José Cobo y el vicario episcopal de Vida Consagrada, padre Elías Royón, SJ., entre otros.

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