Álvaro y Rosario ya están en Roma para dar su testimonio: "Los abuelos somos el soporte de las familias"

El matrimonio participa este jueves en el Encuentro Mundial de las Familias donde expondrá las necesidades de los más mayores y su compromiso con la vida de la Iglesia

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“Cuando nos llamaron para participar en el Encuentro mundial de las Familias, pasamos de la sorpresa a discernir qué es lo que el Señor esperaba de nosotros”. Este es el sentir del matrimonio compuesto por Álvaro Medina y Rosario García, que compartirán su testimonio este jueves en el encuentro que se celebra en Roma.

“Ha sido directamente el Vaticano quien ha contactado con nosotros, quizá a través del Dicasterio de Laicos, Familia y Vida de Roma, con el que tenemos relación lógicamente por Vida Ascendente”. Y es que Álvaro Medina, como presidente de este movimiento, presentó junto al obispo José Mazuelos, presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, el documento ‘La ancianidad, riqueza de frutos y bendiciones’.

¿Cuál va a ser su testimonio en el EMF?

De esta forma, explican para Ecclesia que en su testimonio abordarán “el rol delos abuelos dentro de la sociedad” que en definitiva es “ser testigos de la vida en esencia, de cómo se va cumpliendo el paso de los años, tanto en lo que va desvaneciendo en el cuerpo como en la mente”. Sin embargo, afirma, lo espiritual no decae “sino que se fortalece, se enriquece y llena de luz y de esperanza. Los mayores somos luces en el camino para los que vienen detrás, para que los que nos sucedan puedan ver en nuestras lucecitas el camino que les lleva a la Casa del Padre”.

Este matrimonio, con muchas vivencias en su mochila después de más de 50 años de casados expondrán en su participación como los mayores, dentro de la familia, “son las raíces del árbol que lo configura, pues son la esencia de lo verdaderamente valioso”.

De la misma forma, pondera el papel de los abuelos “que no solo influyen en la educación de los nietos, sino que si no fuera por ellos, muchas familias no podrían atender a su realidad cotidiana”. Efectivamente, “los abuelos nos hemos convertido en el soporte de las familias, en la atención de los nietos y consecuentemente, en la educación. Al menos en la educación, en la parte de la fe, en la parte de la relación, en la parte del cariño, quizás no tanto en otras cosas que se nos escapan, como el mundo tecnológico que cada vez se nos queda más lejos. Pero la esencia de la vida, los abuelos, somos ese sostén de la educación”.

La soledad, la pandemia del siglo XXI

Respecto a la soledad, una de las principales pandemias que viven nuestros mayores, es la Iglesia quien pretende paliarla ofreciendo en su seno “un lugar donde estar libremente hablando de la vida desde la fe que tanto nos ayuda. Tenemos un deseo mucho mayor que antes de la covid-19, aunque «ambas pandemias» se deja nsentir y mucho”.

Dentro de la Iglesia hay muchas actividades que ayudan a salir de esta soledad y “la pastoral del mayor” se traduce en “preciosas y maravillosas iniciativas que ayudan a los mayores y a los no mayores a salir de la soledad”. “Hay que acudir a la Iglesia, encontrarla en Cáritas, especialmente en la Pastoral de la Salud. Hay que querer salir de la soledad y tenemos que hacerles llegar que efectivamente existen esos lugares”.

¿Qué es Vida Ascendente?

Es justo lo que también ofrece Vida Ascendente, “ofrecer ese lugar para que los mayores puedan compartir su vida desde la fe, encuentren su hueco entre nosotros. Hay multitud de sitios donde escuchar, pero hay no muchos donde poder ser escuchado, donde poder hablar con tranquilidad, con serenidad de la vida, desde la fe. Nosotros ofrecemos y seguiremos ofreciendo, si Dios quiere, este espacio para muchos que puedan encontrar entre nosotros esa paz y esperanza”.




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