El caso de la pequeña Tafida: sus padres quieren llevarla a Italia para que no la desconecten

Tafida tiene cinco años y lleva desde febrero en coma. El hospital se plantea desconectarla, pero un centro italiano se ha ofrecido a tratarla

Redacción religión

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Tafida Raqeeb es una niña de cinco años de Newham, al este de Londres, Reino Unido por cuya vida se está luchando. Lo hacen sus padres, Mohammed Raqeeb, de 45 años, y Shelina Begum, de 39, sin ella ser consciente de tal batalla. Sus padres se encuentran en batallas legales con el Royal London Hospital, que atiende a su hija. El centro considera que, por la gravedad del estado de la menor, hay que suspender el tratamiento. Ellos quieren sacarla del país, porque, aseguran que hay un hospital en Italia dispuesto a hacerse cargo de su hija.

La pequeña Tafida lleva en coma desde el mes de febrero, con ayuda artificial para respirar. El pasado 9 de febrero, a Tafida le estalló un vaso sanguíneo del cerebro a causa de un problema denominado malformación arteriovenosa. Lleva cinco meses ingresada en el Royal Hospital londinense. Allí, necesita de una máquina para seguir viva. Ese mismo tratamiento, es el que, desde el centro, le quieren quitar.

La BBC informó de la postura del centro a través de las declaraciones de un portavoz del hospital Barts Health NHS Trust. Esta unidad organizativa del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido que administra el hospital dijo que los doctores del propio hospital y expertos médicos independientes concluyeron que "más tratatamientos médicos invasivos serían inútiles".

"Nos rompería el corazón que se nos dijera que no se le permite abandonar el hospital"

Los doctores habrían comunicado a los padres en las últimas semanas, según medios ingleses, que no existe esperanza de recuperación y que a Tafida se la debería permitir morir. Por su parte, Mohammed y Shelina han comenzado peticiones, a la Corte Suprema el pasado martes y en Internet, para que se permita el traslado de su hija al Hospital Pediátrico Instituto Giannina Gaslini de Génova, que se habría ofrecido a cuidar de su pequeña.

Imágenes cedidas por la familia a la BBC

Imágenes cedidas por la familia a la BBC 

Sus padres se aferran a esa esperanza y a que fructifique en la Corte Suprema su petición de que permitan salir a Tafida. "Hay doctores experimentados y respetados que quieren tratar a Tafida, para darle la oportunidad de la vida que se merece. Simplemente, queremos tener la oportunidad de poder intentarlo. Nos rompería el corazón que se nos dijera que no se le permite abandonar el hospital", asegura su madre en declaraciones el Daily Mail.

Los profesionales de ambos centros habrían contactado, según medios italianos e ingleses, y habrían coincidido en la gravedad de su diagnóstico. Los sanitarios italianos explicaron sus conclusiones a sus homólogos británicos en un informe el pasado 5 de julio. Sin embargo, el matiz es que la retirada de tratamiento en Italia sólo se produce en caso de "muerte cerebral". Por esa razón, Tafida podría ser tratada allí y evitar una decisión médica o judicial que acabara con su vida.

"Si ella sigue luchando, nosotros tenemos que seguir luchando por ella"

Shelina y Mohammed no creen que sea el caso. De hecho, continúan firmes en la defensa de su hija. Hablan de sus progresos desde que se encuentra en el hospital y de su intención de seguir luchando por ella. Incluso, su padre, según el Genova Today, se habría ofrecido a costear todo el traslado entre centros.

Imágenes cedidas por la familia a la BBC

Imágenes cedidas por la familia a la BBC  

"Estamos en una situación desesperada y sólo queremos salvar a nuestra hija. Ella no está en muerte cerebral, ha mostrado signos de progreso como abrir los ojos y mover las extremidades. Sabemos que las oportunidades de Tafida pueden ser pequeñas, pero no nos podemos rendir cuando existe un posible tratamiento que podría funcionar. Si ella sigue luchando, nosotros tenemos que seguir luchando por ella", añade.

Una nueva batalla judicial por la vida

El de Tafida es un caso que se refleja en el historial similar por el que han pasado otros menores y sus familias con la sanidad en el reino Unido. Las historias de Charlie Gard y de Alfie Evans generaron auténticos debates en la sociedad, en medios de comunicación y en redes sociales.

Charlie fue desconectado de la vida con sólo 11 meses por orden de un tribunal el 28 de julio de 2017. Sus padres, Chris y Connie Yates, pelearon por mantenerle con vida por la vía judicial hasta el último momento. Incluso, habían conseguido recaudar casi 1,5 millones de euros para su traslado del Great ormond Street Hospital a Estados Unidos para que Charlie recibiese tratamiento especial. Al no lograrlo, pusieron en marcha una fundación con su nombre para ayudar a padres en la misma situación que atravesaron con su hijo.

Alfie Evans, de 23 meses, tuvo el mismo destino. La instancia judicial decidió su desconexión el 28 de abril del año pasado. En su caso, estuvo más de un año en coma a causa de un daño neurológico incurable.

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