El Papa Francisco celebra una liturgia penitencial con jóvenes privados de libertad 

El Papa Francisco ha acudido al Centro de Cumplimiento de Menores Las Garzas de Pacora, en Panamá. Alrededor de 120 han estado presentes. Un liturgia penitencial en la que el Pontífice ha pedido a los jóvenes que peleen para "buscar los caminos de inserción y transformación".

El joven recluso Luis Óscar Martínez ha sido el elegido para hablar delante del Papa. Luis Óscar ha aprovechado la ocasión para decirle al Pontífice que no había palabras para describir "la libertad" que sentía en ese momento.

Luis ha explicado que al cumplir un año de edad le abandonó su padre y que su madre tuvo que "seguir la batalla" para sacar adelante a toda la familia. El joven apuntó que "cuando iba creciendo sentía que me faltaba algo, que había un
vacío dentro de mí. Hoy sé que ese algo que faltaba era la voz de un papá que me guiara con amor". Un amor que según cuenta lo encontro en Dios. Pero tiempo después tropezó, y cometió un delito: "no imaginé que tendría consecuencias graves como perder a parte de mi familia, mis estudios y estar en un lugar como este. Causé un daño muy profundo a un ser querido y a mí. Cuando me detuvieron en abril del 2016, creí que todo había acabado".

Según ha relatado, al principio su estancia en la cárcel fue muy dura. Después, comprendió que Dios estaba con él y que no todo había terminado: "si estoy en este momento hablando con usted es por gracia y amor de parte de Dios, mi Cristo amado. Me siento agradecido, porque puso aquellas personas en mi caminar para ayudarme a poder culminar mis estudios secundarios y lograr ese cambio en mi vida".

Luis Óscar ha gradeció al Papa que "hubiera dedicado su tiempo" a escuchar a un "joven privado de libertad". Además, el Papa ha afirmado que son "parte de la familia" y que tenían "mucho para compartir" y les pidió ayuda para "saber cuál es la mejor manera para estar y acompañar el proceso de transformación que, como familia, todos necesitamos".