La Iglesia de Cuba se planta contra el proyecto de Constitución del régimen castrista

Los obispos cubanos han redactado un manifiesto criticando el tratamiento de cuatro aspectos fundamentales, el comunismo o el matrimonio, entre ellos

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Cuba se encuentra cada vez más cerca de poseer una Constitución. De hecho, el anteproyecto de texto constitucional ya cuenta con la aprobación de las cortes de La Habana. El siguiente paso va a ser someter el documento a referéndum. Los cubanos van a votar la que puede ser su nueva Carta Magna el próximo 24 de febrero. En este sentido, la Iglesia católica del país ha alertado a los ciudadanos de los peligros que esconde para ellos este escrito con el que se aspira a regir el país. 

Los 12 obispos cubanos han redactado un comunicado. En él, han señalado los cuatro puntos clave sobre los que quieren hacer reflexionar a los ciudadanos. La ideología que sustenta a la posible Constitución, la definición del Estado, el tratamiento del matrimonio y la familia y la economía son los aspectos a los que ha reaccionado la Iglesia de Cuba.

Los prelados exhortan "a que cada ciudadano, con su voto responsable y desde su concienciacontribuya a la edificación de una sociedad en la que todos los cubanos nos sintamos respetados en nuestros derechos y, al mismo tiempo, construyamos una vida digna y próspera con la participación de todos sin exclusión". A continuación, te explicamos las razones de esta petición de los obispos de Cuba. 

Una Constitución de pensamiento único

Los episcopados cubanos han señalado una de las novedades que figuran en el texto que se va someter a votación. En el Preámbulo se lee que “sólo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena”. Ante esta afirmación, la Iglesia ha criticado que este principio excluye "el ejercicio efectivo del derecho a la pluralidad de pensamiento acerca del hombre y del ordenamietno de la sociedad".

Los obispos han querido cargar contra la redacción de un documento que pretende instaurar y proteger con la ley una dictadura de pensamiento único. Por ello, han reivindicado la pluralidad que figura en el Artículo I. También, han recordado que la ideología va contra la esencia de una Constitución en tanto que "ley viva y práctica". 

Sin libertad religiosa ni objeción de conciencia ante el comunismo

El siguiente punto que ha llamado la atención de los obispos concierne a la libertad religiosa. Señalan la contradicción que existe en este sentido en el texto preconstitucional. Los prelados cubanos han querido poner el foco nuevamente en que el imperio del comunismo como ideología única que figura en el Preámbulo anula la definición posterior de Cuba como un Estado laico con libertad religiosa

Esa es la razón por la que han recordado al gobierno de Raúl Castro el significado de "libertad religiosa". "La libertad de practicar la religión propia no es la simple libertad de tener creencias religiosas sino la libertad de cada persona a vivir conforme a su fe y de expresarla públicamente", escriben los obispos. Recelan de que la práctica pública de las religiones sea compatible con un dominio absoluto de la ideología marxista-leninista. 

Además, han pedido más precisión en el texto en lo que se refiere a la labor de la Iglesia en Cuba. También sobre la libertad religiosa, piden que se sea más "explícito". Han subrayado que la libertad religiosa implica el acceso de la Iglesia a medios educativos, de comunicación y de infraestructuras para llevar a cabo su labor en la isla. En este aspecto, han querido también expresar su temor a que la objeción de conciencia "no implique el violentar el derecho y la conciencia de otros"

De matrimonio a "conyuges", los padres, infravalorados para educar a los hijos

El tratamiento del matrimonio y de la familia son dos temas sobre los que los obispos de Cuba han manifestado su pesar. En primer lugar, han recordado que la definición que figuraba “la unión de un hombre y una mujer” como fundamento de la familia se ha eliminado del nuevo texto. Han querido insistir en que esa noción de matrimonio era la mayoritaria y no figura en el nuevo documento.

Además, los prelados previenen de las consecuencias de esta omisión. "Se abre el camino para que, en el futuro se reconozca como matrimonio la unión de personas del mismo sexo con todas sus prerrogativas", se lee en el comunicado. De hecho, se ha sustituido la institución del matrimonio por los conceptos de "cónyuges". Por ello, esperan que no se introduzcan estas nuevas fórmulas que supongan una alteración de lo que la mayoría del pueblo expresó en la consulta que se les realizó para elaborar la nueva Constitución. 

Por último, reconocen la presencia del papel de los padres en la formación integral de los hijos. No obstante, avisan de dos principios que también se han evitado y que restan valor a la institución de la familia.

El primero, es el de que “la familia tiene una función original e insustituible en la educación de los hijos”. En segundo lugar, se trata uno que está presente en la Declaración de los Derechos Humanos: “los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darle a sus hijos". Ambos no se localizan en la que se pretende que sea la nueva Constitución de Cuba. 

Derecho a la propiedad privada 

Los obispos cubanos han reiterado su deseo de que el nuevo orden del país respete el derecho a la propiedad privada de los ciudadanos. Lo han hecho con base en la Doctrina Social de la Iglesia. La Iglesia pide que se vele por el bien común e individual de acuerdo a este derecho, sin que los ciudadanos vean alterados ni sus derechos ni sus obligaciones. 

"Nos complace que el Proyecto de Constitución también reconozca la propiedad privada, aunque siempre se deberá tener en cuenta que los límites de cualquier propiedad deben estar solamente condicionados por el principio descrito anteriormente". Puedes leer el comunicado completo de los obispos de Cuba aquí

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