Tres militares irrumpen en una iglesia de El Chad y agrede a su sacerdote: "Es un insulto intolerable"

El arzobispo de N'Djamena ha condenado los hechos y pide a los sacerdotes informar a las autoridades sobre cualquier conducta impropia en los lugares de culto

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La comunidad cristiana ha puesto el foco en las últimas horas en el Chad (África), después de que un sacerdote fuese agredido por tres militares que profanó la parroquia St. Isidore Bakanja.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de noviembre, cuando los integrantes de las Fuerzas Armadas del país agredieron al párroco, el Padre Simon Madou. El arzobispo de N'Djamena, Mons. Djitangar Goetbé Edmond, ha explicado que los agresores se sentaron en la iglesia “sin ningún respeto por la gente y el lugar donde estaban. Esto en ausencia del párroco”.

“Cuando el párroco llegó, se presentó ante los soldados y les pidió que le dijeran la razón de su misión. Los tres soldados insultaron al sacerdote y orinaron dentro de la parroquia. Luego molestaron al sacerdote que trataba de filmar la escena y le confiscaron el teléfono”, relata.

Entre el vicario general, el vicario episcopal y el párroco pidieron a los fieles “mantenerse calmados y prometieron informar claramente al arzobispo sobre lo que vieron y oyeron”. El arzobispo de N'Djamena expresó su consternación con las “actitudes y conductas de falta de respeto de algunos compatriotas hacia la religión de otras personas”.

“La falta de respeto por los lugares de culto y por todos los signos de su carácter sagrado es una violación flagrante del primer artículo de la Constitución que declara a Chad como un estado secular”, resaltó Mons. Djitangar.

Lo ocurrido “es un insulto intolerable contra una persona religiosa en pleno ejercicio de su responsabilidad, incluso si fuera un extranjero, que no es el caso aquí”, continuó el arzobispo.

Los actos cometidos por los soldados, precisó, son una “forma de intolerancia que no debe tener lugar en una sociedad plural como la nuestra. Los que se comportan de este modo se ponen en guerra con Dios y Dios no rechaza ninguna oración hecha con buen corazón y buena conciencia, sin importar la denominación religiosa del creyente”, afirmó.

Asimismo, Mons. Djitangar Goetbé Edmond recuerda que los sacerdotes deben “informar a las autoridades competentes sobre cualquier conducta cuestionable o cualquier falta de respeto al estatus y la naturaleza de los lugares de culto”. El arzobispo pidió finalmente a las autoridades de Chad que “tomen las debidas medidas para proteger nuestros lugares de culto y para castigar quienes realicen actos que ponen en peligro nuestra coexistencia”.

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de España, actualmente un 53% de la población de Chad es musulmana, el 35% es cristiano, y más del 7% animista.

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