El arzobispo Dumas se ofrece como rehén a cambio de las monjas secuestradas en Haití: "Cogedme a mí"

La archidiócesis de Puerto Príncipe han anunciado que dedicarán la jornada de este miércoles, 24 de enero, a la oración, la meditación y la adoración eucarística

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El arzobispo Pierre-André Dumas lo ha tenido claro desde el primer momento que conoció la noticia del secuestro de las monjas en Puerto Príncipe: “Por favor, cogedme a mí. Estoy dispuesto”. El pastor de la diócesis de Anse-à-Veau-Miragoâne, a través de los medios de comunicación vaticanos, ha pedido la liberación de las monjas secuestradas hace tres días. Por todos ellos, el arzobispo estaría dispuesto a dar su vida, sin pensárselo dos veces.

Las ocho personas fueron secuestradas el viernes cuando se dirigían en autobús a un centro educativo en Puerto Príncipe, según la Conferencia Haitiana de Religiosos (CHR).

La archidiócesis de Puerto Príncipe y la Conferencia de Religiosos de Haití han anunciado que dedicarán la jornada de mañana, miércoles 24 de enero, a la oración, la meditación y la adoración eucarística. Todos los fieles haitianos están invitados a "organizar una cadena de oraciones incesantes" por la liberación de las ocho personas, entre ellas seis religiosas, secuestradas el pasado viernes



"Por ahora, no he recibido ninguna información de los secuestradores. Pero estoy aquí. Un sacerdote de mi diócesis que trabaja en un barrio marginal y una monja de la Madre Teresa de Calcuta también se han ofrecido a acompañarme", ha dicho el cardenal en una entrevista a Vatican News, con la voz llena de emoción. Pero además de dolor, hay indignación. Las religiosas secuestradas - quizá mantenidos segregadas en el sur de la capital, Puerto Príncipe, por una de las bandas armadas que ponen al país caribeño a sangre y fuego han exigido 3 millones de dólares por su liberación - siempre han dedicado su tiempo a curar las heridas de uno de los pueblos más pobres del mundo.

Las religiosas "se dedican a educar a los jóvenes, a evangelizar, a estar cerca de los que no tienen nada. Han entregado su vida por completo a nuestro pueblo". Y, por eso, monseñor Dumas se horroriza de que los hijos de ese mismo pueblo hayan podido llevar a cabo un gesto que él mismo califica de "inhumano" y "por el que, un día, Dios pedirá cuentas". Al arzobispo le ha animado el llamamiento a la liberación de los rehenes que el Papa Francisco hizo con firmeza en el discurso posterior al Ángelus de este pasado domingo, 21 de enero: "Francisco ha querido rezar por la concordia social en el país, y Dios sabe cuánto la necesitamos".






El cardenal también ha tratado de dejar claro como este secuestro se enmarca en una situación de violencia generada no solamente por la extrema pobreza, sino también por la ausencia total de política e instituciones: "La nación no está gobernada. Se han suspendido las elecciones, no hay instituciones democráticas y solamente operan los clanes armados, que dirigen casi el 80% de Puerto Príncipe. El Papa tiene mucha razón: falta una verdadera armonía social".

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