Se abre el Año Jubilar en Caravaca de la Cruz: "Será un tiempo de conversión y de revitalización"

El arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, ha presidido la Solemne Apertura del Año Jubilar: "Sin la fe no nos entenderíamos como pueblo"

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El arzobispo de la diócesis de Granada, José María Gil Tamayo, y el obispo de Cartagena,José Manuel Lorca Planes, han presidido este domingo en la Basílica de la Vera Cruz la Solemne Apertura del Año Jubilar 2024 de este santuario cristiano al que se espera que acudan un millón de peregrinos de todo el mundo.

El obispo se remitió en la misa "a las palabras del Santo Padre, el Papa Francisco, invitando a todos a venir a Caravaca, a la Región de Murcia durante este Año Jubilar" y dijo que la razón de peregrinar "es sencilla, se convierte en un foco de espiritualidad y de peregrinación para todos". "Peregrinar a Caravaca supondrá entrar en el misterio del amor que nos ha ofrecido Jesucristo, vamos a Caravaca a participar de la misericordia y del perdón de Dios para sentir la fuerza y la alegría de salir de aquí cargados", añadió.

Abierto el año jubilar en Caravaca de la Cruz con previsión de un millón de peregrinos

CARAVACA DE LA CRUZ, 07/01/2024.- El arzobispo de la diócesis de Granada, José María Gil Tamayo, preside este domingo en la Basílica de la Vera Cruz la Solemne Apertura del Año Jubilar 2024 de este santuario cristiano al que se espera que acudan un millón de peregrinos de todo el mundo. EFE/ Marcial Guillén




Durante la homilía, Gil Tamayo ha subrayado como esta ciudad, Caravaca de la Cruz, se distingue por ser “de la cruz” y no se entiende sin ella. Ha destacado además que es el primer jubileo después de una pandemia donde hemos recibido “tantas gracias, ayuda y solidaridad de Dios”: “Nos ha enseñado muchas cosas, entre ellas que somos dependientes del Señor y de los demás”.

El camino de la cruz, para el arzobispo de Granada, “es un camino de amor, es el Vía Crucis de la existencia cristiana que se ejemplariza en la subida hasta este monte para encontrarse con la reliquia del Señor”.

“Queridos hermanos, este es un tiempo de conversión, de vuelta a Dios, es un tiempo que ha de ser de revitalización cristiana, personal y comunitaria. No es simplemente una visita, no es simplemente recorrer estos lugares bellos, sino que es algo mucho más profundo […] Estamos llamados a contemplar a Cristo que es el centro de nuestra vida”, ha subrayado Gil Tamayo. Un Jubileo que no puede ser otra cosa “que poner Cristo en el centro, nos ha de llevar a mirar al árbol de la cruz, esa cruz que ha dejado de ser un instrumento de ignominia y de condena, para convertirse en una señal de victoria”.

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Reflexionando sobre la cruz, Gil Tamayo ha remarcado que se ha convertido “en la señal de la victoria y la llevamos sobre nuestro pecho, la ponemos en nuestras casas, corona nuestras iglesias, la ponemos en nuestras tumbas. La cruz se ha convertido para nosotros en la salvación. Queridos hermanos, vamos a tomarnos en serio esto de la cruz”.

Asimismo, Gil Tamayo ha pedido tomar la cruz de cada día en nuestras vidas: “Pensemos en Palestina, en Israel, en Ucrania, donde la guerra y el odio arrasan y las guerras son alimentadas con las ventas de armamento para lucrarse unos pocos y los débiles ven pisoteados sus derechos, donde los cristianos son asesinados como en Nigeria o limitada su libertad religiosa como en Nicaragua o donde nuestro Mar Mediterráneo se ha convertido en un sepulcro”.

Abierto el año jubilar en Caravaca de la Cruz con previsión de un millón de peregrinos

CARAVACA DE LA CRUZ, 07/01/2024.- Un paracaidista de la brigada paracaidista de la base de Alcantarilla momentos antes de tomar tierra este domingo durante los actos por la Solemne Apertura del Año Jubilar 2024 en la basílica de Caravaca de la Cruz, al que se espera que acudan un millón de peregrinos de todo el mundo. EFE/Marcial Guillén




“Hemos de tocar, como consecuencia de nuestro amor a la cruz de Cristo, aquellos en quienes se reproduce la pasión de Cristo: los enfermos, los pobres, los necesitados, los abandonados, los que sufren en silencio. Hemos de tocar, como nos dice el Papa Francisco, la carne de Cristo en los otros”, ha afirmado Gil Tamayo durante la homilía. El arzobispo ha pedido no esconder la cruz de Cristo: “No reduzcamos nuestra fe a lo privado. No la pongamos bajo sospecha. Recuperemos el ardor de la fe en torno a este Año Jubilar. Sin la fe no nos entenderíamos como pueblo y hemos de reivindicar la coherencia pública de nuestras convicciones cristianas”.

“Caravaca está llamada hoy, más que nunca, a seguir la tradición de sus mayores, y a testimoniar la cruz de Cristo en nuestra sociedad, testimoniarla siendo transformadores de la sociedad según los valores de la fe cristiana, haciendo así una sociedad más humana y justa en libertad y en progreso de todos sin dejar a nadie atrás”, ha remarcado Gil Tamayo al final de su homilía.



El evento que supone el Año Jubilar caravaqueño tiene su base en un hecho religioso cuya trascendencia se remonta a casi ochocientos años. La Vera Cruz es un leño de la cruz donde se supone que murió Jesucristo y que está dentro de un relicario de doble brazo y que actualmente es el emblema de la ciudad.

Juan Pablo II tuvo a bien conceder nuevo Año Jubilar a Caravaca de la Cruz en 1981 al conmemorarse el 750 aniversario de la aparición de la Cruz en Caravaca. En 1998 se comunicaba oficialmente por parte del Vaticano la concesión de Año Santo In Perpetuum cada siete años, siendo el primero el 2003.

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