La condición que siempre tiene que tener la oración a Dios

¿Crees que eres justo? Josetxo Vera reflexiona sobre el evangelio del domingo en 'Chateando con Dios'

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"Los justos que viven desde la justicia... nos saturan". Seguro que conoces a alguien que no para de despotricar o de juzgar a todo el mundo. O quizás, a veces, tú también has caído en ello. El sacerdote Josetxo Vera ha preparado en su vídeoblog sobre el evangelio del domingo, una pequeña reflexión que te hará pensar: estos de los que son 'muy justos' existían también "en la época de Jesús".

En el evangelio del domingo 27 de octubre "Jesús se encuentra delante de un grupo que se consideraban justos y que despreciaban a los demás". Por eso Jesús les cuenta la parábola de cómo reza el fariseo 'justo' y cómo lo hace el publicano humilde. 

"Cuando vamos por la vida como los 'justos' y cuando vamos a la oración como 'lo bien que hago las cosas', puede pasar que bajemos a casa sin estar justificados", asegura Josetxo Vera. "Ir a la oración a hablar con nosotros, de nosotros mismos ,es un riesgo común. Ir a la oración para no estar con Dios, no es oración".

El publicano nos enseña la humildad

La primera lección de 'Chateando con Dios' es que "el publicano nos enseña la humildad. En la oración hay que ir a hablar con Dios partiendo de lo que uno es: un pecador. Desde la humildad dirigirnos a Dios y decirle 'ten compasión de mí'. Yo soy un pecador y necesito tu compasión". En cambio el fariseo de la parábola, no va con esta actitud, porque "él es justo y ya lo tiene todo".

Ahora bien, ¿quién bajó a su casa justificado? El publicano. "Necesitamos hacer una oración que se base en la verdad. Cuando alguien nos pide algo a nosotros, ¿cómo reaccionamos? Cuando nos lo piden desde la exigencia, nuestro corazón se queda como 'va a ser que no'. Cuando alguien te viene humildemente y reconociendo su limitación, nuestro corazon sale a ayudarle". 

"Eso le pasa a Dios en la parábola", explica el sacerdote. "Al publicano le escuchó y al fariseo no. La oración tiene que ser humilde, tiene que partir de lo que somos, gente necesitada del amor de Dios".

Y la última lección de este domingo: "Nos tenemos que acercar a los demás desde abajo. Sentirnos necesitados y acercarnos desde la humildad".

 

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