Toni Vadell, el "enamorado de Cristo" que conocía por su nombre a todos los jóvenes: "Extremadamente cercano"

El sacerdote Carlos Bosch, coordinador del Secretariado Pastoral de Juventud de Barcelona, recuerda la figura del obispo fallecido hace una semana en la Ciudad Condal

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Hace poco más de una semana la archidiócesis de Barcelona comunicaba el fallecimiento del obispo auxiliar de Barcelona Toni Vadell, “tras una larga y dolorosa enfermedad”.

El arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, el card. Juan José Omella, publicaba un tuit la misma mañana dirigiéndose a Toni Vadell para que descanse en paz: “Tennos presentes en tu corazón de hermano y amigo porque nosotros te llevamos en el nuestro”. Después de una semana donde los funerales en Barcelona y Mallorca han sido los protagonistas, en Ecclesia hemos querido recordar al obispo Toni centrándonos en su figura de evangelizador, con los jóvenes y con la sociedad en general.



La primera persona en responder a la idea de este reportaje fue el sacerdote Carlos Bosch, coordinador del Secretariado Pastoral de Juventudde Barcelona. El pasado 31 de julio, durante una Santa Misa, el obispo Toni entregaba a Carlos el pectoral de la peregrinación a Loyola de algunos jóvenes. Una escena significativa marcada por un abrazo emocionante.

Para el joven sacerdote de Barcelona, el obispo Toni tenía una personalidad marcada por “un fuerte magnetismo. Una personalidad capaz de aunar voluntades, lo cual es un privilegio para la Iglesia. Un magnetismo que hacía descubrir en él algo que tú también querías tener, algo que le hacía vivir alegre. En cierto modo despertaba una cierta admiración y una cierta envidia en el mejor sentido. Despertaba deseos de vivir lo que él vivía”.

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Preguntado sobre el legado que deja Toni en la Ciudad Condal, Carlos tiene claro “después de estos 4 años, y a raíz de su fallecimiento, nos deja un testimonio vital: su propia vida y su propio ser pastor y cristianos nos deja un referente de evangelización. Tenía mucho deseo evangelizador. En Barcelona en concreto, en una sociedad muy paganizada, la figura de Toni Vadell nos recuerda que estamos llamados a la evangelización por el amor a Jesucristo”.

El trabajo de Toni Vadell con los jóvenes ha sido uno de los pilares de estos años como obispo auxiliar de Barcelona. Carlos lo consigue definir con una sola palabra: “Impresionante”.

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Realmente muchos jóvenes me han dicho que sentían que eran importantes para el obispo Toni. Y yo realmente no sé si la agenda da para que la gente sea tan importante. Me decían los jóvenes que se acordaba de todos los nombres y le preguntaba por situaciones concretas que ellos habían vivido y siempre destacaba alguna cualidad de su personalidad. Yo creo que con los jóvenes era extremadamente cercano y muy capaz de descubrir en cada uno la bondad y la belleza que llevamos cada uno en nuestro interior. Y sentirnos muy queridos, pero en exclusividad por el obispo”.

Cómo recordamos antes, el pasado 31 de julio el obispo Toni entregó el pectoral de la peregrinación de los jóvenes a Loyola a Carlos Bosch. Durante la homilía en esa Santa Misa, el obispo Toni afirmó que la situación de la enfermedad le estaba permitiendo “aprender a vivir desde la confianza”. ¿Confianza fue la palabra más utilizada durante estos meses?

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“Realmente él lo explica mucho en charlas y conversaciones privadas. Siempre ha sido una persona que le gustaba controlar las cosas, era una persona organizada. De repente le llega un cáncer de páncreas, absolutamente inesperado y absolutamente incierto el futuro. Y no deja de repetir durante este tiempo que su seguridad y su confianza está puesta solamente en el Señor”.

En los próximos meses habrá manera para recordar a Toni Vadell pero Carlos tiene claro que “hay una cosa que teníamos pendiente hacer que la pandemia nos la tumbó que era una peregrinación a Mallorca, por diferentes santuarios y estos días pensaba que ahora él está enterrado en Mallorca y a mí, a titulo personal, me gustaría hacer esa peregrinación e irle a visitar. Y si me puedo llevar a jóvenes, ¡mejor que mejor!. Es una peregrinación que quedó frenada por la pandemia y ahora aparece un nuevo motivo, que es ir a visitar a nuestro querido amigo obispo”.

¿Cómo definiría el obispo Toni en una palabra? Sabemos que no es una pregunta fácil y por eso Carlos se lo piensa pero tras unos segundos lo tiene claro: “Yo diría que era un enamorado del Señor. Y también él se definía así muchas veces y cuando lo hace significa que toda su vitalidad, fuerza, energía, preocupaciones, ilusiones y proyectos nacen de haberse sabido profundamente amado por el Señor y responder con toda su vida y entrega”.

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