Iglesia versus vida extraterrestre: ¿existiría un conflicto?

Un astrofísico católico responde a este debate en el programa "Ecclesia" de TRECE

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Hace unos días, el Pentágono hacía saltar las alarmas cuando no descartaba que los OVNIS avistados en suelo estadounidense fueran extraterrestres. Y, aunque días después lo desmintieron, no consiguieron sin embargo frenar el famoso debate sobre la posible existencia de vida más allá del planeta Tierra. En el programa de ‘Ecclesia’, que se emite los domingos en TRECE, Enrique Solano, investigador científico en el Centro de Astrobiología y presidente de la Sociedad de Científicos Católicos de España, responde a esta pregunta y habla sobre las posibles consecuencias que podría tener la existencia de vida extraterrestre para la Iglesia Católica.

Ante la pregunta que mucha gente se hace sobre si la llegada de extraterrestres a la Tierra podría chocar contra lo que la Iglesia propone, Enrique Solano asegura que “no pasaría absolutamente nada”. “La Iglesia – continúa explicando el astrofísico – no tiene magisterio en relación a la vida extraterrestre, porque no sabemos si existe esa vida, que debería ser inteligente, y además tendríamos que poder comunicarnos con ellos”. Por lo tanto, Enrique Solano prefiere ser precavido con este tema, porque “son muchos saltos en el vacío que hay que dar, pero eso no influiría ni un ápice en nuestras convicciones teológicas”.

“Sería un ser con la misma dignidad que nosotros”, se muestra contundente el astrofísico sobre los alienígenas, quien asegura que “debemos tener en cuenta que cualquier ser inteligente, inlcluído un extraterrestre, también sería fruto del amor de Dios, y también habría sido creado a su imagen y semejanza”. En este sentido, la Iglesia, mediante su Observatorio Vaticano, realiza estudios científicos del espacio. Lo explica Solano: “Los astrofísicos jesuitas que dirigen este observatorio, realizan estudios del universo, del sistema solar, de cosmología y utilizan los mismos medios que cualquier otro astrofísico”. Dicho observatorio “es uno de los más antiguos del mundo, y data del siglo XVI-XVII”, cuenta el astrofísico, recordando que “la sede estaba en Castel Gandolfo, la residencia de verano de los papas, que se abandonó en los años 80 por la contaminación lumínica. Ahora la sede está en el Monte Graham, en Arizona”.

La Iglesia se ha pronunciado muchas veces mediante opiniones personales a todos los temas relativos al espacio. Enrique Solano recoge la respuesta del director del Observatorio Vaticano, Guy Consolmagno, al ser preguntado en una ocasión sobre si bautizaría a un alienígena. Consolmagno dijo que sólo lo haría si este se lo pidiese. Para Solano, “es una pregunta trampa, porque si dices que no, estás asumiendo que la fe católica es un fenómeno local, y no es la visión de lo que es Dios”, pero la respuesta del jesuita sí le convence, dado que “si un extraterrestre pide ser bautizado, es que tiene conciencia de que existe un ser superior a él, y que se encuentra separado por el pecado original”.

“Lo de la existencia de vida extraterrestre hasta hace 30 años era una pregunta filosófica” recuerda Solano, que explica también cómo “desde que se descubrió el primer planeta fuera del Sistema Solar en 1985, se empezó a descubrir cubrir que había muchos que podrían ser similares a la Tierra, lo que aviva, desde el punto de vista científico, el debate de si es posible encontrar vida fuera de nuestro planeta”. Sin embargo, recalca el astrofísico que “en la relación de Dios con la humanidad, que es lo que nos interesa para salvarnos, no afectaría en absoluto el descubrimiento o incluso el contacto con esas civilizaciones”.

Este tema saca a colación un viejo debate, el de la relación entre la ciencia y la fe. Enrique Solano lo tiene claro, y es que “aunque mucha gente lo ve como dos trenes en colisión, la realidad es la contraria: la ciencia y la fe son dos caminos para llegar a un conocimiento de la verdad, y se aplica a cualquier campo, incluidos los extraterrestres”.

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