San Gabriel de la Dolorosa

No obstante, aunque le marque mucho esta educación, él sigue los parámetros dle mundo y lee novelas, además de asistir a espectáculos teatrales, al más puro est¡ilo de San Ignacio de Loyola, cuando se embebía de los libros de caballerías y las glorias del mundo. Dos veces cayó enfermo y prometió acercarse a la vida religiosa consagrada, pero al superar las barrera d ela enfermedad no siguió adelante. Fue entonces cuando asoló Italia una peste muy fuerte que se llevó a una de sus hermanas más queridas en el ámbito familir, lo que le hizo plantears emuy en serio la vocación a la vida religiosa. Su padre que no lo considera capaz de abrazar la vida espiritual da su afición por las cosas del mundo, terminará por dejarle cuando el hijo vuelve de una Procesión a la Virgen y comprende que es una llada definitiva de Diso a asumir ese tipo de vocación. Entonces ingres ane lso pasionistas, cuyo carisma es meditar la Pasión del Señor en cada uno de sus momentos para desembocar en la Gloria Pascual. A lo largo d esu vida conventual se le notó esa devoción mariana que siempre tuvo. Muere en 1862. Iconografía: Se le representa ocn el hábito pasionista, de color oscuro y un corazón rodeado de espinas y un Crucifijo en la mano. Otros Santos: Juan, Onésima y Gelasio.