¿Por qué viaja el Papa Francisco a los Emiratos Árabes Unidos?

Francisco elogia a Emiratos Árabes por buscar ser "un modelo de convivencia, de hermandad humana y de encuentro entre diversas civilizaciones y culturas"

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En una clara línea de convergencia con los tres últimos papas, Francisco sabe que la relación entre cristianos y musulmanes es decisiva en nuestros días. Por eso ha aceptado la invitación formal que le ha hecho el príncipe heredero de Abu Dhabi, jeque Mohammed bin Zayed bin Sultán Al Nahyan. Es consciente de que este viaje dará mayor visibilidad a los cristianos que viven en los Emiratos Árabes Unidos.

En el videomensaje que el papa dirige siempre al país que va a visitar, asegura que está “feliz, con la oportunidad que le ofrece el Señor de escribir en vuestra tierra una nueva página de la historia de las relaciones entre religiones que confirma que somos hermanos a pesar de ser diferentes”.

La visita transmitirá un mensaje de apertura y tolerancia por parte de un país en el que el gobierno ha permitido la apertura de varias iglesias nuevas, y por otra parte, servirá de estímulo y esperanza al casi millón de fieles de la comunidad cristiana que vive en un país musulmán, de mayoría sunita.

El propio Francisco en este videomensaje alaba el esfuerzo de los Emiratos Árabes Unidos por convertirse en un país que “desea ser un modelo de convivencia, de fraternidad humana y de encuentro de culturas”.

En los Emiratos Árabes este año se celebra el Año de la tolerancia en recuerdo del fundador del país, Sheikh Zayed Bin Sultan Al Nahyan.

El viaje hará historia, porque por primera vez un papa visita la Península Arábiga.

El papa viaja a Abu Dabi para asistir a un encuentro sobre la Fraternidad Humana Universal, organizado por el gobierno del país como señal de la tolerancia que lidera en la región. Francisco estará acompañado de un gran amigo, el Imán de la Universidad de Al Azhar, Ahmed al-Tayyeb, guía espiritual de los musulmanes sunníes y presidente del Consejo de Ancianos. Al Tayyeb fue el anfitrión de Francisco en su viaje a Egipto.

En los EAU la sociedad se rige por la ‘sharia’ islámica” y no están permitidas las manifestaciones externas religiosas (no islámicas) fuera de las iglesias, por lo que supone todo un hito que el gobierno, dirigido de facto por el príncipe heredero de Abu Dhabi, haya facilitado al Papa la celebración de una Misa para 130.000 fieles en el gran estadio de la capital. Que esto ocurra en un país musulmán es ya de por sí, insólito.

La gran mayoría de los cristianos, por lo decir, todos, son trabajadores extranjeros en su mayoría filipinos, indios, bangladesíes y pakistaníes.

Aunque están prohibidas las conversiones del islám a otras religiones, en este país existe tolerancia hacia otros cultos y se permite la construcción de templos, sinagogas, etc…

Los cristianos de EAU están muy comprometidos y participan activamente en la vida de la iglesia. Para que nos hagamos una idea, sólo en la parroquia de Dubai, nueve mil niños asisten a catequesis todas las semanas.

El viaje reforzará sin duda el diálogo entre religiones y fortalecerá a la comunidad católica local. Además no hay que olvidar que Francisco goza de estima en el mundo musulmán y su presencia podría ayudar a resolver los conflictos que llenan de violencia la región: Irak, Irán, Siria, Yemen y en todo Medio Oriente.

El mensaje preparatorio para esta visita sirve de preámbulo: “Haz de mí un instrumento de paz”, la oración más conocida de Francisco de Asís, precisamente el santo del que Jorge Mario Bergoglio escogió el nombre cuando fue elegido pontífice en marzo de 2013.

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