ÁNGELUS 7 OCTUBRE

Francisco pide rezar el Rosario y a San Miguel

Miles de peregrinos han acudido esta mediodía a Roma para rezar el Ángelus con el Papa Francisco en esta conmemoración de la Virgen del Rosario.

Redacción Religión

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Reflexionando sobre el Evangelio dominical en el que Jesús responde las provocativas cuestiones de los fariseos sobre el matrimonio, el Santo Padre recuerda que la intención original del Creador en cuanto a la unión de un hombre y una mujer es que sean "una sola carne"; y explica que ante los fracasos amorosos la Iglesia no debe condenar sino "redirigir los corazones heridos hacia Dios". El 7 de octubre, XXVII domingo del tiempo ordinario, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus junto a miles de fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.

En este contexto, el Santo Padre explica que Jesús, en primer lugar, "redimensiona la ley mosaica", afirmando que el antiguo legislador "escribió para ustedes esta norma a causa de la dureza de su corazón". En otras palabras, es una concesión que sirve para tapar las lagunas producidas por nuestro egoísmo, pero no corresponde a la intención original del Creador.

Por ello, Jesús retoma el libro del Génesis: "Desde el principio de la creación, Dios, los hizo varón y mujer; por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne" (vv. 6-7). Y concluye: "Por tanto, el hombre no debe dividir lo que Dios ha unido" (v. 9).

Lee aquí las palabras del Papa en el Ángelus

"La manera en que Dios mismo actúa con su pueblo infiel -es decir, con nosotros - nos enseña que el amor herido puede ser sanado por Dios a través de la misericordia y el perdón", añade el Obispo de Roma asegurando que ante tantos fracasos matrimoniales dolorosos, la Iglesia está llamada a vivir su presencia de caridad y misericordia, para redirigir hacia Dios los corazones heridos y perdidos.

"Invoquemos a la Virgen María, para que ayude a los esposos a vivir y renovar siempre su unión a partir del don original de Dios", concluyó el Pontífice.

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