Análisis de J. L. Restán: ¿Cuál es la importancia real de la cumbre sobre protección de menores?

El director editorial de COPE explica la importancia de este hito dentro de un contexto, pero descarta que sea el punto final al problema de los abusos

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La cumbre sobre la protección de menores en la Iglesia ha arrancado hoy. Hasta el próximo domingo, los cerca de 200 asistentes al encuentro con el Papa en torno a los abusos van a trabajar, a reflexionar y a escuchar. Los presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo, los superiores de órdenes religiosas y congregaciones y varios expertos van a desarrollar varias mesas de trabajo estos días. 

Los tres puntos clave de esas jornadas van a ser: el perdón, la rendición de cuentas y la transparencia. La apertura ha contado con la proyección de un vídeo con varios de los encuentros que han tenido los líderes de las conferencias con víctimas de abusos. Esta inauguración ha manifestado el deseo del Papa para esta cumbre: poner a las víctimas en el centro

Sin embargo, ¿Qué significa realmente este encuentro? ¿Cuál es su dimensión para la Iglesia? 

"Es un hito muy importante, pero no es el punto final"

El director editorial de la Cadena COPE y conductor de El Espejo, José Luis Restán, ha respondido a esta pregunta. Se trata de "un hito muy importante, pero no va a ser el punto final". 

Restán ha asegurado que esta cumbre sobre la protección de menores en la Iglesia hay que entenderla dentro de un contexto. El periodista recuerda que el propio pontífice lo está recordando. "Es importante señalar que este no es el comienzo de un camino, es un hito muy importante, muy destacado que quedará marcado en rojo, pero dentro de una historia muy larga, ardua, con vaivenes, que ha tenido momentos álgidos. No va a ser el punto final y el Papa Francisco lo está subrayando claramente".

"Nos tenemos que hacer conscientes juntos y tenemos que responder conjuntamente como una única Iglesia que somos"

Por lo tanto, esta cumbre no es "una várita mágica". La razón de esta afirmación del director editorial reside en que la profundidad del problema de los abusos en la Iglesia es más profundo. "Pensemos que una reunión, por muy importante que sea, nunca es una varita mágica. No va a resolver mágicamente los problemas y, además, el problema de fondo de los abusos sexuales toca lo que es el misterio de la iniquidad".

Además, añade que es un drama que afecta a toda la sociedad, aunque sea el turno ahora de la Iglesia. Lo describe como "una llaga purulenta que toca a toda la sociedad". Si los abusos poseen una raíz profunda, la solución pasa también por algo más que una cumbre: "su erradicación tiene que ver con la conversión, por lo tanto, con un proceso que durará toda la vida". 

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