El peligro de los préstamos fraudulentos: una pareja podría ser desahuciada en los próximos días

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Tiempo de lectura: 2' Actualizado 09 may 2019

Unas 200 personas se han visto afectadas hasta el momento en Valencia por un tipo de préstamo fraudulento, en el que el 'modus operandi' siempre se repite. El prestamista, con la presunta connivencia de un notario, traslada al cliente a la notaría para firmar el préstamo por una cantidad inferior a la que realmente está contratando. Unos préstamos donde el prestatario avala con su vivienda, motivo por el que la mayor parte de los afectados acaban por perder su inmueble.

El abogado Fernando Medina, perteneciente al Ilustre Colegio de Abogados de Valencia, se encuentra defendiendo en estos momentos a un matrimonio octogenario afectado por esta estafa, y que podría provocar que en apenas un mes pierdan su vivienda. Todo comenzó cuando la hija del matrimonio solicitó un préstamo de 6.000 euros para casarse. Los avalistas fueron sus padres. Realmente lo que firmó fue una doble hipoteca de 15.000 euros cada una, tal y como explica su abogado.

Para Medina, lo sorprendente de estos casos es que la Justicia, pese a conocer la existencia de los cientos de afectados, no actúe: “en este caso, el estafador, junto al notario corrupto, ha arruinado la vida de 200 personas. Todas estas personas, que no se conocen de nada, han relatado los mismos hechos al juez. ¿Cuánta gente hace falta que declaren lo mismo para que el juez crea a los afectados en lugar de posicionarse a favor del notario fraudulento?”

El caso se antoja especialmente sangrante tras conocer que el prestamista cuenta con antecedentes penales por falsificación, mientras que el notario fue sancionado por su órgano colegial por mala praxis en su ejercicio de fe pública: “con estas informaciones, no es comprensible que la Justicia no meta mano. Mi teoría es que la Justicia en España está preparada para juzgar a delincuentes comunes, pero cuando son delincuentes profesionales, no dispone de los recursos suficientes, por lo que optan por archivar el caso. Y que conste que no critico a los jueces, sino a los poderes públicos, que no dotan a estos profesionales de los medios necesarios.”

La familia a la que defiende Fernando Medina está desesperada. Su hija pidió al prestamista seis mil euros. Para efectuarlo, tuvo que presentar la escritura de la vivienda de sus padres. La hija firmó los papeles. Estaba convencida de que se trataba de una notaría seria. No le dieron ninguna explicación. Únicamente le facilitaron en mano los seis mil euros. El problema está en lo que había firmado realmente: “había firmado dos escrituras de 15.000 euros cada una. En un primer momento, recibió la primera ejecución, depositando la cantidad de esta primera hipoteca. Cuando llegó la segunda, no podía afrontarlo económicamnente. El prestamista se había adjudicado por tan solo 6.000 euros la vivienda de los padres de la chica.”

Actualmente, el caso se encuentra en el juzgado. Su abogado reconoce que la técnica empleada para ejecutar la estafa es exquisita. Incluso realizaron la prueba caligráfica, y efectivamente se confirmó que la chica había firmado los papeles: “el problema es que firmó algo que nunca recibió. El futuro para esta familia es negro si la Justicia no se implica en serio con este asunto. Es muy duro que dos ancianos pierdan su casa de toda la vida por una estafa. Están derrumbados”, lamenta Medina.