FERNANDO DE HARO Y JOSÉ LUIS RESTÁN

Actualidad religiosa de la semana: la situación de los cristianos en China

En 'La Mañana Fin de Semana'

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El director de 'La Mañana Fin de Semana', Fernando de Haro, y el director editorial de la Cadena COPE, José Luis Restán, han repasado, como cada semana, la actualidad de asuntos en torno a la Iglesia y los cristianos. Esta vez, ambos han puesto el foco de atención en la complicada situación de convivencia que sufren los cristianos en China.

Los cristianos han sufrido una represión sistemática desde que el Partido Comunista se hizo con el poder del país. A día de hoy, hay una negociación entre El Vaticano y el gobierno chino para mediar en este conflicto. "La Iglesia siempre busca un cierto acuerdo con el poder" y un espacio "mínimo para que puedan profesar su fe en libertad", ha señalado Restán. Por otra parte, ha dejado claro que "la misión de la Iglesia no es cambiar gobiernos ni instituciones políticas, sino anunicar el Evangelio". 

La realidad china es un asunto difícil de simplicar, pero con el paso de los años, se ha buscado siempre una vía de entendimiento con el poder que rige China. "Muchos han pagado con la cárcel su fidelidad absoluta al Papa", ha apuntado el director editorial de la Cadena COPE. Han sido tantos los problemas, que a día de hoy, existen ciertas comunidades cristianas que han buscado un entendimiento o aceptación al margen. Una fórmula que les ha permitido estar al aire libre. Aun así, no hay voluntad cismática, hay una sola Iglesia, pero con dos comunidades con opciones diferentes. "Se trata de terminar con esto, que haya una unidad clara", ha apuntado Restán, que ha calificado la situación de "avispero". 

Fernando de Haro, por su parte, ha hecho mención a la carta que el papa emérito, Benedicto XVI, redactó para los católicos chinos. En esa misiva, Benedicto apunta a que "el derecho de mencionar obispos es propio de la Santa Sede". Para la Iglesia es fundamental salvaguardar la elección de los obispos, es decir, la Santa Sede tiene la última palabra, el mínimo esencial. 

Ambos coinciden en que la Iglesia no pretende cambiar el Gobierno ni la cultura en China, sino de crear un ambiente de convivencia en el que los cristianos puedan profesar su fe en paz. Para José Luis Restán, el gobierno chino "no entiende ese mensaje".

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