Los obispos de Perú reivindican el papel de la Iglesia en el país durante sus 200 años de historia

Con motivo del Bicentenario de la independencia de Perú, la Conferencia Episcopal del país andino ha publicado un mensaje destacando los aportes de la Iglesia a su desarrollo nacional y al progreso de los peruanos a lo largo de los últimos doscientos años. En este sentido, el episcopado peruano ha renovado su intención de continuar siendo "'elemento importante en la formación histórica, cultural y moral’ del país, como señala nuestra Constitución".

Además, la Iglesia del Perú ha explicado su contribución respecto al desarrollo del país, a nivel tanto histórico como cultural: "Ha caminado de la mano de la nación, ayudando a forjar su propia historia e identidad a través de próceres destacados, entre ellos el sacerdote Toribio Rodríguez de Mendoza, quien fue Rector del Real Convictorio de San Carlos, que contribuyó a la formación de líderes patriotas".

Por otra parte, los prelados han reivindicado la contribución de los católicos dentro de la forma de vida de todos los peruanos, "creando conciencia sobre la superación individual y colectiva de los peruanos, que debía ser obtenido por el aprovechamiento de las riquezas naturales y procurando el bienestar de cada ciudadano".

200 años de raíces cristianas en Perú

También han destacado el origen católico de la nación peruana, ya que San José fue declarado patrono del país por el Congreso Constituyente, en el año 1828: "Por ello, no debemos olvidar que insignes padres de la patria fueron clérigos, tales como Francisco Javier de Luna Pizarro, Bartolomé Herrera, Deán Valdivia".

Del mismo modo, los prelados hacen referencia a la escolarización de los indígenas, que fue impulsada por clérigos. También ponen de relieve el papel de las universidades peruanas, de raíz católica y algunas fundadas por sacerdotes.

Por último, el episcopado peruano ha señalado el papel de la Iglesia en la creación de varias ciudades del país, así como sus aportes a nivel artístico y cultural. Del mismo modo, se han referido especialmente a la labor caritativa de la Iglesia que, desde que se encuentra presencia en el Perú, contribuye a mejorar la calidad de vida de muchas personas en situación precaria.