I Jornada Mundial de los Pobres

El Papa almuerza con 1.500 pobres en el Vaticano: "En ellos encontramos a Jesús”

Tiempo de lectura: 2’

El papa Francisco ha almorzado con 1.500 pobres en el Aula Pablo VI del Vaticano después de celebrar una misa en la Basílica de san Pedro en la que rechazó la "indiferencia" contra quienes están en situación de pobreza.

La iniciativa convirtió por primera vez la enorme sala de las audiencias papales diseñada por el arquitecto italiano Pier Luigi Nervi en un inusual comedor, con mesas circulares dispuestas para diez comensales cada una y alrededor de otra central donde se sentó el pontífice.

La misa en el Vaticano y el almuerzo posterior forman parte del programa de la celebración de la I Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el papa como llamada de atención a los cristianos para que ayuden a las personas en situación desfavorecida.

En la misa presidida por el pontífice este dijo que la "indiferencia" es el "mayor pecado contra los pobres" y que para los cristianos es un "deber evangélico" cuidar de ellos.

Jorge Bergoglio dijo que esa indiferencia hacia los pobres significa "mirar para otro lado cuando el hermano pasa necesidades cambiar de canal cuando una cuestión seria nos molesta, es también indignarse ante el mal, pero no hacer nada".

"Dios, sin embargo, no nos preguntará si nos hemos indignado con razón, sino si hicimos el bien", agregó el papa.

Dijo que en los pobres "se manifiesta la presencia de Jesús" y que "si a los ojos del mundo tienen poco valor, son ellos los que nos abren el camino hacia el cielo, son nuestro 'pasaporte para el paraíso'".

A la misa asistieron entre 6.000 y 7.000 personas pobres, muchos acompañados de miembros de organizaciones de ayuda a necesitados, que procedían sobre todo de países europeos, aunque también había refugiados de otras partes del mundo.

En la ceremonia vaticana se sirvió para la eucaristía pan que una organización de caridad distribuye en comedores para pobres y que luego se sirvió en el almuerzo del Aula Pablo VI.

El papa abrió este almuerzo con el deseo de "que Dios nos bendiga, bendiga nuestros corazones, nuestras familias, nuestros deseos, que nos dé salud y fuerza. También una bendición a todos los que están en otros comedores en toda Roma".

La banda de la Gendarmería Vaticana y el coro "Le dolci note" amenizaron la comida, servida por unos 150 voluntarios procedentes de diferentes diócesis y parroquias.

El menú fue elaborado por un conocido restaurante de la localidad de Bassano del Grappa, en la región del Véneto (noreste de Italia) y estaba compuesto de gnochetti sardos con tomate, aceitunas y queso de Collina Veneta, estofado de ternera con verduras, polenta y brécol y tiramisú de postre.

Por otro lado el Papa ha manifestado también este domigno que reza por la "estabilidad" del Líbano para que ese país de Oriente Medio pueda "continuar dando un mensaje de respeto y convivencia".

El pontífice hizo esta referencia tras el rezo del Ángelus ante miles de personas congregadas en la Plaza de san Pedro, a quienes manifestó su mensaje al "querido pueblo libanés".

Jorge Bergoglio ha manifestado en el pasado su aprecio por la acogida que Líbano presta a los refugiados que llegan a su territorio, especialmente los procedentes de Siria.

El papa reiteró además su llamamiento a la comunidad internacional a favor de "todos los esfuerzos posibles para favorecer la paz, en especial en Oriente Medio".

Además Francisco reiteró su preocupación por la tripulación del submarino de la Armada argentina perdido con 44 tripulantes a bordo y del que no se sabe nada desde el pasado miércoles. El pontífice dijo que reza por "las personas de la tripulación del submarino militar argentino del que se ha perdido el rastro".

Religión