Una misionera en Albania

Tiempo de lectura: 1 Actualizado 16 mar 2023

Antes de sentir la llamada, era abogada y trabajaba en una cárcel. Cuando entró en la congregación de Cristo Rey, cambió los barrotes por los pupitres de un colegio en Jaén. Su misión sería la misma: inculcar la responsabilidad social. Pero pronto sintió que tenía que irse lejos, que la necesitaban en otra parte del mundo. Al principio barajó la India, inspirada en la Madre Teresa de Calcuta, pero el destinó terminó llevándola a Albania, un país donde conviven tres culturas distintas, pero con una escasez y falta de futuro enorme.

Allí se levanta a las 5 de la mañana para preparar la entrada al cole de muchos niños, que le confiesan que no ven futuro. Desde hace unos años, también debe estar pendiente de la frontera, a la que llegan refugiados de Afganistán, Irak y Siria. En Albania hay pocos recursos, solo hay agua, la gente no aspira a nada más que a trabajar en el campo por muy poco, y la pobreza está a la orden del día.