ARAG-ASAJA exige precios justos para los agricultores y ganaderos de La Rioja

2019 ha sido "un año para olvidar" por las circunstancias externas

Rocío Ruiz

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 14:39

ARAG-ASAJA exige que los agricultores y ganaderos perciban un precio justo por su trabajo y sus productos y se mejore la rentabilidad de las explotaciones familiares para asegurar, de forma real, la vida en los pueblos.

Así lo ha anunciado este jueves su presidente, Eduardo Pérez, en una rueda informativa junto al secretario general de la organización agraria, Igor Fonseca, en la que han realizado un balance de la actividad agraria y ganadera en 2019 y los retos del campo riojano para 2020.

ARAG-Asaja considera que 2020 será un año de "un mayor esfuerzo para el campo riojano", pero de "ilusión y confianza", en el que esta organización se ha comprometido a seguir trabajando para lograr unos precios "justos" en el campo y una mejora en la rentabilidad de las explotaciones agrarias, ha informado el presidente.

Ha pedido al Gobierno riojano apoyo al relevo generacional, como instrumento de asentar población y economía en el medio rural, pero también respaldo a la actividad de los actuales agricultores y ganaderos.

Pérez ha anunciado también que 2020 será un año en el que el campo riojano se echará a la calle para apoyar la convocatoria de movilizaciones, que ASAJA ha convocado en todo el territorio nacional.

El motivo de las protestas es la situación que atraviesa el sector y "el hartazgo" de los profesionales agrarios ante los reiterados ataques desde diferentes frentes sociales y políticos, ha indicado.

El presidente de la organización ha dicho también que 2019 ha sido "un año para olvidar" por las circunstancias externas que amenazan al sector, como el Brexit, la política arancelaria de Estados Unidos, el acuerdo con Mercosur y la reducción del presupuesto de la Política Agraria Común (PAC).

Todo ello, ha indicado, ha tenido consecuencias, ya que 2019 ha finalizado con una pérdida de rentabilidad de los agricultores y ganaderos, que se ha visto reflejada en un descenso de la renta nacional en más de un 8 % respecto a 2018 y en que la renta de los profesionales del campo riojano es un 37 % inferior a la media nacional.

También ha afirmado que La Rioja es la región que, junto con Castilla y León y Cantabria, cuenta con un mayor peso de declarantes que viven fundamentalmente de la agricultura, con un 25 %.

Por todo ello, el presidente de la organización agraria, según sus datos, mayoritaria de La Rioja, ha pedido un mayor diálogo al Ejecutivo regional, que favorezca la toma de decisiones consensuadas desde un punto de vista administrativo.

En este sentido, se ha mostrado a la "expectativa", ya que, tras haber transcurrido más de cuatro meses de la incorporación del nuevo equipo Ejecutivo regional, ARAG-ASAJA "desconoce" cuáles van a ser sus soluciones respecto a diversos asuntos.

Entre ellos, ha citado el relevo generacional, la defensa del sector del vino, los daños ocasionados con la fauna silvestre, mayor financiación al seguro agrario, planes de futuras inversiones en infraestructuras y regadíos, un enfoque global para encontrar una salida al sector de la remolacha o un tratamiento fiscal que favorezca las explotaciones familiares profesionales

Fonseca ha repasado los distintos sectores agrarios y ganaderos de La Rioja, cuyo denominador común, es que registran unos precios de cara al productor que no son rentables para mantener su negocio o no se corresponden con la calidad del producto que ofrecen, como es el caso de la uva de 2019.

En el caso del sector vitivinícola, precisado que, a falta de conocer la liquidación del precio de la uva de la cosecha de 2019, que fue de una "calidad excepcional", hay un "temor" de que los precios sean similares a los de la cosecha de 2018, cuya calidad fue inferior.

Fonseca ha precisado que, según los datos oficiales de la Consejería de Agricultura, la uva tinta de la cosecha de 2018 se pagó a una media de 95 céntimos de euro el kilo y la blanca a 75.

En relación a la ganadería, ha indicado que se ha producido un descenso "drástico" en los censos salvo el bovino extensivo.