El comité avisa de que el proceso será “duro” porque “Alcoa no quiere vender”

En todo caso, lanza un mensaje de "tranquilidad", porque quedan por delante seis semanas

Ramudo

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 14:38

El presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, reconoció que el proceso de negociación para la venta de la fábrica mariñana será “duro”, porque “Alcoa no está interesada en vender” y solo ha accedido a iniciar conversaciones por la “movilización social”.

“Todos sabemos que no vende a gusto”, dijo Zan, sino por “la movilización social” de los propios trabajadores de la fábrica, que ha contado con el apoyo sin fisuras por parte de toda la sociedad de A Mariña.

En todo caso, quiso lanzar un mensaje de “tranquilidad” a la plantilla del complejo industrial y les pidió a los trabajadores que se “mantengan sosegados”, porque “es un proceso que va a durar seis semanas y que va ser duro, porque a quien tiene que vender hay que obligarla a llegar hasta ahí”.

La venta, en todo caso, debe contar, afirmó, con el apoyo inequívoco del Gobierno de España y de la Xunta de Galicia, con un plan industrial y un marco energético que permitan que la operación llegue “a buen puerto”.

“Alcoa no está interesada en vender. Se aprecia en cada una de sus cartas e intervenciones, en las emplea un tono cada vez más severo y contrario a la venta”, dijo Zan, hasta el punto de “poner en duda” la existencia de un plan industrial por parte de Liberty House.

Recordó que el comité solo busca una “salida” para evitar la pérdida de los puestos de trabajos y mantener la producción en la fábrica mariñana, y “si Alcoa no puede proporcionarla, tiene que ser otro”.

En ese sentido, volvió a pedirle a la empresa que “no ponga trabas”, porque la propia multinacional puede verse “mucho más comprometida” si se “sigue enquistando” el proceso de venta.

En todo caso, para facilitar todo el proceso, Zan considera “indispensable” que el Gobierno declare “estratégica” la producción de Alcoa, como ya lo hizo durante el estado de alarma al considerar la actividad en la fábrica como un servicio “esencial, para evitar “que se puedan parar las cubas” y que “una multinacional, por estrategia, decida cerrar la factoría”.

En cuanto a la visita de los responsables de Liberty House a San Cibrao, reconoció que se va a retrasar porque “todavía no se ha cerrado la primera fase de las negociaciones para cimentar el proceso de venta”.