Cruz Roja en Segovia compensará 70 toneladas de dióxido de carbono con la reforestación de 2.520 árboles

150 voluntarios de la organización provincial participan en una plantación llevada a cabo en territorio vallisoletano

La ONG trabaja en un plan de reducción de emisiones para que tanto a través de la actividad como con la eficiencia energética de los edificios y la flota de vehículos se contribuya a la alianza por el clima

COPE Segovia

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Cruz Roja es una organización social, que apuesta por medir y registrar la huella de carbono que genera y toma medidas para minimizar el impacto ambiental. Por ello, la organización trabaja en un plan de reducción de emisiones, para que tanto a través del control de nuestra actividad, como con la eficiencia energética de los edificios y la flota de vehículos, se contribuya a los acuerdos de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que apuestan por la alianza por el clima.

En esta línea, Cruz Roja ha puesto en marcha un novedoso proyecto, +CO(mpensa)2. “El objetivo de este plan es contrarrestar las emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero que Cruz Roja genera durante su actividad a través de la reforestación de espacios y entornos naturales, mediante el aprovechamiento de la capacidad fotosintética de las plantas para absorber el CO2 de la atmósfera, haciendo que se reduzca así la concentración de esos gases en el aire”, indica María Teresa Fuentetaja, Presidenta Provincial de Cruz Roja en Segovia.

+CO(mpensa)2 es un plan pensado a nivel estatal cuya implantación será progresiva a lo largo de los próximos nueve años centrada en proyectos sencillos y básicos de reforestación bajo unas claves comunes:

  • Utilizar plantas autóctonas.
  • Potenciar cambio de usos de suelo para la creación de superficie forestal.
  • Permanencia de mínimo 30 años para poder medir las absorciones producidas.
  • Contar con un Plan de Gestión que establezca cada cinco años el seguimiento, desde la puesta en marcha del proyecto.




Bajo estas pautas, y siguiendo el Proyecto de Absorción de CO2, en Castilla y León, las actuaciones de reforestación se llevarán a cabo durante este mes de noviembre, tras el convenio suscrito el pasado 19 de agosto con la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, para realizar un proyecto de Repoblación Forestal para crear un sumidero de carbono en un total de once parcelas de titularidad de la Junta de Castilla y León ubicadas en la provincia de Valladolid. El proyecto contempla la reforestación más adelante, de diferentes zonas ubicadas por toda la Comunidad de Castilla y León. Esta iniciativa cuenta con la colaboración del Consejo de la Juventud de Castilla y León.

Este fin de semana a una de las reforestaciones ubicada en Fompedraza, han acudido 150 personas voluntarias de Cruz Roja Segovia. La actividad ha reunido a personas de diferentes nacionalidades, entre ellas, de Siria, Senegal, Malí, Turquía, Liberia, Venezuela, Colombia, Rusia, Ucrania y Guinea Conakry. Muchas familias con niños y niñas se han sumado a esta iniciativa medioambiental que ha aunado a todas las edades desde niños y niñas de 2 años hasta la persona más mayor con 86 años. La Asociación Cultural San Mamés de Fuentepiñel también ha participado en esta reforestación.

Además, en la plantación han estado presentes, José Ignacio de Luis Páez, Vicepresidente del Comité Autonómico de Cruz Roja en Castilla y León; María Teresa Fuentetaja, Presidenta de Cruz Roja en Segovia; Isabel Gómez Rincón, Coordinadora Provincial de Cruz Roja y Luis Antonio de Andrés, Secretario Provincial de Cruz Roja.



A través de este proyecto de compensación, donde el compromiso es alcanzar la neutralidad climática para el 2030 y que comienza este año, se espera compensar a nivel nacional las 15.086,06 toneladas de CO2 emitidas por la organización según la huella de carbono calculada para este periodo. Cruz Roja Segovia ha plantado este fin de semana en Fompedraza un total de 2.520 árboles, todas especies autóctonas, 1.890 pinos piñoneros, 252 robles, 252 encinas y 126 espino albar, con ello se han compensado 70 toneladas de CO2.

Cruz Roja y el Medio Ambiente

El cuidado del Medioambiente ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una obligación para todos los habitantes del planeta. No hay duda: nuestra supervivencia está en riesgo. Asimismo, la conservación de los bienes naturales también repercute en una mayor justicia social, ya que evita las amenazas, las desigualdades y la pobreza extrema en determinadas zonas del mundo. “El día a día de millones de personas está en juego. Nuestro mandato humanitario nos obliga a reducir el impacto humanitario derivado de la crisis climática. No podemos seguir permitiendo que exista despilfarro energético mientras haya personas que no puedan permitirse mantener una temperatura adecuada en su hogar. Si queremos tener un futuro, cualquiera que sea, hay que evitar el aumento de la temperatura global del planeta, limitando las emisiones de gases de efecto invernadero emitidas a la atmósfera y con la llegada masiva de microplásticos a la naturaleza”, recalca María Teresa Fuentetaja, Presidenta de Cruz Roja en Segovia.

Son muchas las personas que han integrado este discurso como una forma de vida y han decidido, de una manera u otra, participar en las actividades de voluntariado a favor del entorno y de las personas. Según apunta María Teresa, “una de las áreas más desconocidas de Cruz Roja es la de Medioambiente. Nuestra labor en este sentido engloba desde la educación en valores ambientales para la concienciación social, a la mejora de nuestro entorno con acciones directas de conservación y limpieza (proyecto Libera), la lucha contra la pobreza energética o la gestión ambiental de la propia Organización preocupada por reducir el impacto de sus actividades (+CO(mpensa)2)”. Para que todo esto sea posible, se requiere la participación de las personas voluntarias, ya sea ayudando en las labores de conservación de los espacios naturales o ayudando a las familias en labores de asesoramiento y mejora de la eficiencia energética en su hogar.



“Para formar parte del voluntariado ambiental no se precisa ningún requisito: solamente, las ganas. Hay desde personas mayores a estudiantes jóvenes; desde expertos en Medioambiente a personas poco habituadas a entornos rurales”, indica María Teresa Fuentetaja. También se plantean otras actividades que contribuyen al objetivo global del cuidado de la naturaleza: actividades en parques nacionales, limpiezas de ríos, reforestaciones, actividades en huertos ecosociales o la promoción de buenas prácticas ambientales en todo el territorio nacional. “Quienes participan en ellas coinciden: cuanto realizas una acción de mejora del entorno, los beneficios que obtienes por parte de la naturaleza se duplican”, destaca Fuentetaja.