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La Diócesis de Tenerife proclama con fuerza la Resurrección de Cristo

El obispo nivariense presidió la Vigilia Pascual en la Catedral de La Laguna

Nivariense Digital San Cristóbal de La Laguna

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La Catedral de La Laguna acogió este Sábado Santo la celebración de la Vigilia Pascual, presidida por el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez. Como ha venido siendo característico y obligatorio a lo largo de este Triduo, el templo solo pudo acoger a un tercio de su capacidad.

Entre los fieles que pudieron acudir presencialmente se encontraban los miembros del Comité Ejecutivo de la Junta de Hermandades y Cofradías y un grupo de neocatecumenales que renovaron de una forma solemne sus promesas bautismales, tras finalizar su proceso de inspiración catecumenal.

La Vigilia Pascual es la culminación y centro de la vida cristiana, es la noche que rompe el silencio de la muerte, la luz que acaba con las tinieblas. La celebración, por tanto, comenzó con la bendición del cirio pascual y continuó como es habitual, aunque la liturgia de la Palabra se llevó a cabo de una forma más breve. Todo ello, para posibilitar el retorno de los fieles a sus hogares antes del comienzo del toque de queda.

El obispo, al comienzo de su homilía, indicó que "hoy la gran noticia es que Cristo ha resucitado, vive para siempre y está con nosotros, tal y como prometió". Monseñor Álvarez también hizo referencia a la imagen que ha escogido este año para acompañar la tarjeta de felicitación pascual. Se trata de un detalle del mosaico del altar de la capilla del Obispado en el que aparece Cristo resucitado con sus brazos extendidos rescatando a Adán y Eva: “Esta imagen simboliza como Jesucristo rescata de la muerte a toda la humanidad”.