TRIBUNALES

Piden 12 años de prisión para un abuelastro por abusar de una menor en Candelaria

La víctima sufrió trastornos tras los hechos

Antonio Herrero Santa Cruz de Tenerife

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 13 nov 2020

Los hechos como en tantas otras ocasiones ocurrieron en el interior del domicilio familiar. En este caso, la Sección quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, acoge a partir del próximo lunes 16 de noviembre el juicio oral contra un hombre acusado de un delito continuado de agresión sexual, así como otro de delito de abuso sexual.

Según el relato de los hechos realizado en el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, el acusado era el padre de otro hombre que mantenía una relación sentimiental con un mujer, que contaba con una hija proveniente de una pareja anterior. Precisamente, aprovechando la ausencia de la madre de la menor, y con la excusa de cuidarla, el varón consiguió ganarse la confianza y les permitieron que en su condición de “abuelo” se quedase a su cuidado.

LLEGÓ A INTRODUCIRLE UN DEDO EN LA VAGINA

Los hechos que ocurrieron en el municipio de Candelaria, cuando el acusado aprovechando que se encontraba a solas con la menor, y “con el propósito de satisfacer sus lúbricos deseos”, se acercaba a la menor colocándose encima de ella, y frotándose, llegando a quitarse la ropa e incluso introduciendole “un dedo en la vagina”. En otra ocasión, el encausado llegó a mostrar sus genitales, y le solicitó que se los tocara, llegando incluso a eyacular en sU presencia. Esto se repitió al menos en otra vez, y delante de otra menor -vecina de la primera- que había bajado a jugar con ella a su casa. Así, estando ambas menores en el interior del domicilio, se acercó a las mismas, enseñandoles imágenes de carácter sexual y animándoles a que lo imitaran, algo a lo que se negaron, “bajándose entonces los pantalones el procesado y mostrando a las menores su pene, pidiéndoles que se lo tocaran, procediendo a ello ambas hasta que eyaculó”.

Por todos estos hechos la menor padeció trastornos del sueño, trastornos físicos yales como dolores de cabeza y de estómago, así como dificultades académicas. Asimismo, se constató que fruto de las prácticas del acusado la menor no tenía himen.

El Ministerio Público solicita doce años de prisión por un delito agresión sexual continuada. Además, se enfrenta a otros cuatro años por un delito de abuso sexual, así como la prohibición de aproximación a 500 metros o de comunicarse con la víctima por un período de 10 años.

Asimismo, procede imponer una medida de libertad vigilada por 10 años, así como indemnizar con 3.000 euros a la víctima.