Turismo

Diez planes para disfrutar de Tenerife en el Día Mundial del Turismo

La isla ofrece multitud de propuestas para descubrir lugares de ensueño en un año marcado por el coronavirus

Daniel Pinelo Santa Cruz de Tenerife

Tiempo de lectura: 6' Actualizado 13:47

La Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT) acordó instituir a partir de 1980 el Día Mundial del Turismo. La fecha elegida, el 27 de septiembre, no es casual, ya que coincide con el aniversario de la aprobación de los estatutos de la OMT en 1970.

Este año, la conmemoración está marcada sin duda por la pandemia del coronavirus y los efectos demoledores que está ocasionando en el sector turístico. Particularmente dura está siendo la situación en Canarias, con una economía enormemente dependiente del turismo.

La OMT ha querido dedicar el Día Mundial del Turismo de 2020 al desarrollo rural, clave para ir hacia otro modelo turístico más justo y sostenible. Por ello, COPE te ofrece diez planes para disfrutar de esta fecha en la isla de Tenerife, con especial incidencia en el mundo rural. Algunas propuestas son ampliamente conocidas para residentes y foráneos, pero otras esconden ese punto de sorpresa que siempre despierta el interés del turista.

UN PASEO POR LA CALLE SAN AGUSTÍN

San Cristóbal de La Laguna fue la primera capital de Tenerife y en ella se asentaron las clases más poderosas de la isla. En su trazado original se proyectaron calles paralelas y perpendiculares al estilo de las ciudades coloniales americanas que, entre otros méritos, le valió en 1999 la declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La calle San Agustín es una de las más importantes de La Laguna. No en vano, antiguamente era conocida como la calle Real. En ella se localizan algunos de los principales edificios de la ciudad, como la casa Salazar (actual sede del Obispado de Tenerife), el antiguo convento de San Agustín y sede del primer instituto de Canarias, junto a las ruinas de su iglesia, y otras edificaciones de los siglos XVII y XVIII que albergan las sedes de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, el Museo de Historia de Tenerife, el Consejo Consultivo de Canarias o la iglesia y el antiguo Hospital de Dolores.

Desde 2011, la calle San Agustín es totalmente peatonal y pasear por ella de inicio a fin es una receta ideal para despejar la mente, olvidar todo tipo de preocupaciones y dejarse sorprender por la esencia de La Laguna.

CRUZAR LA CUMBRE DE BOLICO

El Parque Rural de Teno, ubicado en el extremo noroccidental de Tenerife, cuenta con parajes impresionantes como la cumbre de Bolico, que separa la comarca de Daute del Valle de Santiago. Recorrer sus senderos es asistir a un constante cambio de vegetación que deja maravillado a todo visitante. Te proponemos salir del barrio de Las Portelas, en Buenavista del Norte. Los primeros kilómetros nos hacen ascender por el bosque de monteverde para, posteriormente, bordear las montañas con espectaculares vistas a Masca y La Gomera.

Una vez en Bolico, comenzamos a descender por una pista forestal hasta Erjos, dejando Santiago del Teide a la derecha. Sin perder de vista al volcán, llegaremos entre pinos al Puerto de Erjos y, de allí, a las charcas, en las puertas del Monte del Agua.

DESCUBRIR TAGANANA

Uno de los pueblos más pintorescos de Santa Cruz, localizado en pleno Parque Rural de Anaga. Acceder desde el área metropolitana nos llevará un tiempo, ya que se trata de una carretera con numerosas curvas pero llena de encanto. Circulamos por dentro de la laurisilva hasta que comenzamos a bajar hacia la vertiente norte de la isla.

Desde el mirador de El Bailadero tendremos una panorámica muy vistosa del pueblo. La iglesia de Nuestra Señora de las Nieves es una de las más antiguas de Tenerife, convertida en parroquia en 1515. Merece la pena almorzar en alguno de sus bares típicos y bajar hacia algunas de las grandes playas de arena negra, aunque hay que tener cuidado con las corrientes y, sobre todo, respetar un entorno natural cada vez más masificado.

EL ENCANTO DE ARICO NUEVO

Nada más entrar en él se entiende por qué este núcleo de Arico está declarado como Conjunto Histórico. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando llegaron vecinos de la zona atraídos por la presencia de manantiales de agua.

Pasear por su calles con casas terreras de color blanco es un plan ideal para una mañana de sábado en la que queramos perdernos por el auténtico Sur de Tenerife, el que nos espera por encima de la autopista. En su arquitectura y espacios públicos abunda la piedra chasnera, las fachadas sobrias y otros elementos tradicionales típicos de Arico.

UN GUACHINCHE EN EL NORTE

La comida típica de Tenerife se saborea en los guachinches. Son garajes, patios o pequeños cuartos en los que se ofrece vino de cosecha propia acompañado por algunos platos tradicionales de la tierra. Abundan en el Norte, especialmente, en la comarca de Acentejo, aunque cada vez son más los restaurantes que utilizan el nombre de guachinche para atraer a la clientela.

Dice la gente que, cuanto más ‘rústico’ (por decirlo de alguna forma) es el cartel del guachinche, mejor se come. Y lo mismo puede decirse de la cota de altura. El mejor consejo es coger alguna de las calles más empinadas de La Victoria, La Matanza o Santa Úrsula y dejarse llevar. Encontraremos auténticos guachinches donde pedir garbanzas, carne de cabra, ropa vieja o escaldón, entre otras exquisiteces. Y que no falte la cuarta de vino, claro.

UN DOMINGO EN CANDELARIA

Es seguramente uno de los planes que más atraen a los tinerfeños: coger el coche y acercarse a la Villa Mariana a pasar el domingo. Candelaria es el “horno y centro del amor isleña, cuna y fuente de la fe canaria”, como se le canta a la Virgen en su himno. Cuenta con el privilegio de venerar desde antes de la conquista a la patrona de Canarias, que da el nombre al pueblo, y son miles los devotos que acuden cada semana hasta sus pies.

Tras visitar la Basílica de Candelaria, lo siguiente será contemplar las imponentes esculturas de los últimos nueve menceyes de Tenerife y dejarnos llevar por la brisa marina en la plaza. Si el tiempo acompaña, nada mejor que un bañito en su litoral, para posteriormente almorzar algo de pescado fresco y terminar paseando por Las Caletillas mientras nos comemos un delicioso helado artesanal.

Diego Delso

LA ARQUITECTURA MÁS TRADICIONAL EN EL REALEJO BAJO

Es el núcleo de mayor importancia artística de Los Realejos, ya que conserva el 70 por ciento de todo su conjunto. La Hacienda de los Príncipes fue la semilla en el siglo XV que propició el nacimiento de un pueblo que hasta mitad del pasado siglo se constituía en un municipio independiente.

Sus empinadas calles nos descubrirán preciosas casas tradicionales y bellos ejemplares de drago canario. Destaca el del cementerio y los ‘dragos gemelos’ de los jardines junto a la parroquia de la Concepción. Precisamente, esta iglesia, que ostenta la categoría de templo matriz, sufrió un pavoroso incendio en los años 70 que destruyó todo su interior, aunque afortunadamente fue reconstruida gracias al empeño de sus vecinos.

LA BRISA DE EL MÉDANO

El Médano constituye la segunda residencia de muchos vecinos de Santa Cruz y La Laguna que escogen sus vacaciones de verano o cualquier fin de semana durante todo el año para escaparse al Sur. Goza de un clima excepcional durante todo el año y de una playa con vistas a Montaña Roja que deja a cualquier visitante y residente extasiado.

La zona de la playa más alejada del pueblo es fantástica para practicar deportes acuáticos como el windsurf o el kitesurf gracias al viento de la zona. De hecho, suele acoger importantes campeonatos internacionales.

LA RANILLA, ORGULLO DE BARRIO PORTUENSE

Alejada de la zona más turística de Puerto de la Cruz, pero integrada en su casco urbano, La Ranilla es el barrio más popular de este municipio norteño. Casas terreras con abundante colorido y calles peatonales salpicadas por pequeñas capillas donde cada 2 y 3 de mayo se honra a la Cruz, patrona de la localidad.

Ubicado entre la plaza del Charco y el Peñón, La Ranilla guarda la esencia de barrio marinero y un amor inquebrantable por la Virgen del Carmen, que cada mes de julio pasea por sus calles tras la procesión marítima. Rara es la casa que no tenga un azulejo de la Virgen en su fachada.

Desde hace algunos años, otros de los atractivos de La Ranilla es el arte mural de muchos de sus edificios, con paredes donde han quedado inmortalizado personajes de la ciudad y expresiones artísticas contemporáneas que son legado de festivales como el Mueca o Periplo.

LA MEJOR DESCONEXIÓN EN EL SPRING VULCANO

No podemos terminar este repaso por Tenerife sin mencionar sus lujosos hoteles. El coronavirus ha echado al traste con los planes de muchas empresas, pero algunas han apostado por dar ejemplo y buscar la confianza del turismo local.

La cadena Spring Hoteles fue una de las que primero dio el paso a comienzos de verano al volver al trabajo. El hotel Vulcano, ubicado en Playa de Las Américas, es un lugar perfecto para desconectar. Destaca su azotea Up!, con impresionantes vistas tanto hacia la costa como hacia la cumbre. Además, la cadena ofrece atractivos descuentos para el residente canario. Un auténtico oasis de tranquilidad y exclusividad en pleno corazón de Playa de las Américas y ejemplo de seguridad sanitaria.