Cuidado con ir “a ver la ballena”

Los expertos alertan del peligro de acercarse al cetáceo de 21 metros muerto en la costa de Tapia: Desde caídas a infecciones 

Foto: Luis Laria

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 16:12

La muerte de una ballena en la costa de Tapia de Casariego, un rorcual común de casi 22 metros de largo, se ha convertido estos días en todo un atractivo turístico.

Cientos de personas acuden cada día a ver, y fotografiarse, con el cetáceo varado entre las rocas, el más grande encontrado en la costa asturiana en muchos años. Pero los expertos advierten del peligro: Además de la difícil bajada hasta el pedrero donde se encuentra, el cuerpo en descomposición de la ballena puede generar infecciones o daños para la salud.

El presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (CEPESMA), Luis Laria, fue uno de los primeros en acudir al lugar donde se encontró la ballena. En declaraciones a COPE, Laria advierte a los curiosos que no deben de acercarse a tocar la ballena. Por muy espectacular que sea, recuerda que se trata de un cuerpo en el que “hay una descomposición orgánica o puede haber algunas patologías que pueden derivar en algun tipo de contagio para el ser humano”. Eso, sin olvidar el peligro que supone acceder a las rocas en la que quedo varada la ballena. “Estamos viendo, incluso, niños de dos o tres años a los que bajan hasta allí los padres” para hacerse la foto. Laria teme que pueda producirse “un accidente, porque es una zona de rocas compleja y difícil”. Por ese motivo, la Guardia Civil acordonó la zona y colocó varias cintas prohibiendo el paso. Sin embargo, no parecen frenar a los curiosos: “la gente va, las corta , las quita y pasa”.

Luis Laria confía en que los restos de la ballena puedan ser pronto retirados de la zona. El fuerte calor de estos días “la descomposición va a ser muy rápida y va a a generar un problema añadido de olores e, incluso, de salud pública”.

Técnicos de la Consejería de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático trabajan desde este miércoles en la elaboración de un dispositivo para rescatar "con seguridad" el cuerpo de la ballena. Según ha informado el Principado, el cuerpo deberá ser remolcado por una embarcación mar adentro y, después, será arrastrado hacia una zona de costa de mejor acceso para sacarlo a tierra cuando las condiciones del mar lo permitan.

Una vez en tierra, la ballena será trasladada a las instalaciones de la Compañía para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa), donde los técnicos de la Consejería le realizarán la necropsia.