¿Qué ha sido de los cines antiguos de Zaragoza?

La transformación del mítico cine Elíseos del Paseo Sagasta de Zaragoza en un McDonald´s está siendo una de las noticias más comentadas de los últimos días en la capital aragonesa. Sin embargo, este no es el único cine que Zaragoza ha perdido en las últimas décadas. Otras grandes salas de cine se han convertido en centros comerciales, restaurantes o tiendas de ropa. Repasamos qué ha sido de los cines antiguos de Zaragoza.

EL CINE ELÍSEOS, EL ÚLTIMO EN TRANSFORMARSE

El Cine Elíseos está catalogado, pero no llega a ser un Bien de Interés Cultural. Se inauguró en 1944 y tiene un gran valor artístico y cultural. "Es un edificio singular, no tiene un estilo específico sino que es más un eclecticismo clasicista con elementos muy singulares y únicos en Zaragoza", nos cuenta en COPE el arquitecto Ricardo Marco, responsable de cultura del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón.

Una opinión sobre el gran valor artístico y cultural que también comparten desde Acción Pública en Defensa del Patrimonio, APUDEPA. Su presidenta es Belén Boloqui: "Es un cine excepcional. Una sala lujosa que se hizo así a pesar de inaugurarse durante la posguerra".

Eso sí, al no ser un Bien de Interés Cultural, se permite que en el Elíseos pueda haber otros usos, por ejemplo, el McDonald´s que va a instalarse allí. Esos nuevos usos deben ser reversibles, ¿será posible conservar el antiguo cine en buen estado? "El mayor problema que tiene para ser reversible es la horizontalidad del nuevo restaurante. El cine está inclinado para colocar las butacas, el restaurante debe ser plano. El problema es cómo se hace ese suelo horizontal para que después pueda ser reversible y volver a su estado original sin haber alterado demasiado sus elementos", afirma Marco. Para el Elíseos se propusieron otros usos como una Filmoteca, proyecto que finalmente no se ha tenido en cuenta.

EL CINE GRAN VÍA, EL PRIMERO QUE FUE UNA HAMBURGUESERÍA

El Cine Elíseos no es el primer gran cine que Zaragoza ve desaparecer. Una historia parecida tuvo el Cine Gran Vía que hoy es un Burger King después de haber sido también sala de bingo. Se inauguró como cine en 1943.

SAGASTA PIERDE SUS CINES

Mientras, el cine Mola, en Sagasta 12, estuvo abierto de 1967 a 2005 y contaba casi con 1.000 butacas. Hoy los bajos comerciales del número 12 de Sagasta están ocupados por un "100 Montaditos" junto a una casa de apuestas.

EL PASEO INDEPENDENCIA, EL CORAZÓN DEL SÉPTIMO ARTE

El Paseo Independencia como corazón de la ciudad ha tenido numerosos cines a lo largo de su historia. Uno de los más recordados es el Coliseo inaugurado en 1950 y que vivió sus años dorados en los 60 con por ejemplo, el gran estreno de Ben Hur. El Coliseo cerró en 1999 y actualmente es una tienda de ropa de la firma Mango que, en su primera reforma, conservó algunos elementos del cine pero que ahora, ya no tiene ni rastro de lo que fue.

Cerca de allí estaba el Teatro, con proyecciones de cine, Argensola. Después de abrir en 1938, cerró en los 80 y ahora es un pasaje comercial. En Independencia estaban también el Cine Dore o Dorado, con 1.200 localidades.

En Independencia estaba además, el Cine Alhambra conocido por su estilo neoárabe que paso a ser en los 60 el conocido Cine Avenida. Este, junto con el más pequeño cine Actualidades, fueron derribados para construir el centro Comercial el Caracol que a su vez, abrió en su interior los cines Aragón.

EL GRAN TEATRO FLETA, UN PROYECTO OLVIDADO

Mención especial merece el Gran Teatro Fleta que abrió sus puertas en 1955 con el nombre de Teatro Iris. Además de cine acogió teatro, conciertos y festivales. Se cerró en el año 2000 con una reforma en mente por parte del Gobierno de Aragón pero 20 años después sigue siendo un gran edificio olvidado en pleno centro de la ciudad, en la Avenida César Augusto.

"La DGA hizo una propuesta para transformarlo en un gran centro operístico. Una vez iniciado el proyecto se dieron cuenta que no se podía llevar a cabo por sus dimensiones, pero el cine ya estaba desmantelado. Menos el anfiteatro se desmontó todo el cine y ahí sigue paralizado", asegura Marco.

CINE GOYA, UNO DE LOS ÚLTIMOS EN CERRAR

Mientras, en la calle San Miguel se ubicaba uno de los últimos cines que cerraron sus puertas, en 2005. Eran los Cines Goya inaugurados en 1932. Hoy se dividen entre una academia de inglés y espacios gastronómicos. Desde APUDEPA intentaron su catalogación como Bien de Interés Cultural, pero no lo consiguieron.

"En 2008 presentamos una solicitud para que se catalogasen entre 14 y 15 cines de Zaragoza, entre ellos, el Elíseos, el Palafox y el Goya. No se tuvo en cuenta. En el caso del Cine Goya nos ha quedado su exterior, moderno y vanguardista, pero en definitiva, se volvió a perder su esencia", afirma Boloqui.

OTRO CINES INOLVIDABLES DE ZARAGOZA

El Cine Coso en el número 15 de esta calle estuvo abierto desde 1951 a 1982 y destacaba por su curiosa pantalla retroiluminada. Fue obra de uno de los arquitectos zaragozanos más conocidos: Jose de Yarza. Hoy su espacio se divide entre un Starbucks y un Rodilla. En la Calle Cinco de Marzo llegó a haber hasta dos salas. Una, el cine Rex, el primero dotado para películas en cinemascope. Paso a ser después el "Palafox, las Salas". Actualmente está abandonado.

El cine Rex se encontraba justo enfrente del Frontón Cinema llamado así porque nació siendo un frontón, luego fue un cine y acabó como pista de hielo en los años 70. Fue después un Galerías Primero y ahora es un supermercado "El Árbol". Era un cine de reestrenos, es decir, proyectaba películas clásica y otras que se reestrenaban tiempo después de sus primeros visionados en el cine. Los Buñuel en Francisco Vitoria 30 fueron los primeros multicines de la ciudad. Los Buñuel estuvieron abiertos de 1977 a 2007. El Cine Fuenclara, ubicado en el Palacio del mismo nombre, es otro delos míticos cines de Zaragoza.

Otro cine que muchos zaragozanos recordaran es el Cine Pax en la Plaza de la Seo inaugurado en 1963, era conocido también por sus espectaculares conciertos. Ahora se encuentra allí La Casa de la Iglesia. Fue también muy conocido el Cine Victoria en Conde Aranda que acabó siendo un bingo. Estuvieron también abiertos el Cine Paris en Paseo de las Damas (dedicado a reestrenos) o el Cine Latino en la Calle Estebanes.

LOS CINES DE BARRIO

Hasta los 80, proliferaron también los cines de barrio. Fueron en declive ante el auge del alquiler de películas o la puesta en marcha de los primeros multicines. Entre los cines de barrio destacó el cine Rialto en la Avenida San Jose 177. Abrió sus puertas en 1948 y terminó convertido en una sala de cine X en los 80. En la calle Lasierra Purroy estaba el Cine Venecia y el barrio Oliver contó con su propio cine con vivienda para su proyeccionista.

Mientras Delicias, como uno de los barrios más poblados, tuvo hasta dos salas: el Cine Madrid y el Cine España ambos en la Avenida Madrid. El primero cerró en 1984 y el segundo, algo antes, en 1973.

Desde APUDEPA quieren proteger algunos de estos cines olvidados como el Cine de Torrero que afirman, es el que se encuentra en mejores condiciones en su interior. Como cine de barrio también destacaron el Roxy, inaugurado en 1961 en la Calle Miguel Servet, y el cine Norte en el Barrio Jesús que estuvo abierto entre 1953 y 1981.

PALAFOX Y CERVANTES, LOS SUPERVIVIENTES

La catalogación como BIC también se pidió por parte de APUDEPA para el Cine Palafox. Es el único gran cine antiguo que continúa abierto. Seguirán insistiendo porque temen que pueda ser el siguiente en peligrar. "Nos queda el Palafox, ¿qué pasará dentro de unos años? Si no se protege termina en manos de un bingo o de multinacionales. Hay espacios que deben conservarse como memoria y los cines los estamos perdiendo todos. Solo nos queda el Palafox", aseguran desde APUDEPA en COPE.

Una protección que también quieren para el actual cine Cervantes, después de que su sala "hermana", la del Quijote, se convirtiera hace unos años en un casino.

Los cines cierran y Zaragoza pierde grandes salones dedicados al séptimo arte, en su lugar abren otros negocios que, aunque funcionales y útiles, suponen la pérdida de patrimonio artístico. El problema, afirma Ricardo Marco, no está tanto los nuevos usos sino la conservación de las instalaciones. "El problema está en adaptar esos nuevos usos respectando el espiritu del edificio en si. Yo no soy antipartidario del cambio de usos siempre y cuando se respete la instalación y sea un cambio de uso reversible. Por ejemplo, en el caso del Cine Elíseos preferiría contundentemente que siguiese con su actividad, pero dicho esto, lleva 7 años de inacción politíca y de patrimonio. En consecuencia, ahora prefiero que haya una actividad antes de que se siga deteriorando estando cerrado. Para la ciudadanía, lo va a disfrutar mucha más gente ahora siendo un McDonald´s que siendo un cine", asegura Marco.

Síguenos en Twitter y Facebook