Nuevos confinamientos en Aragón: "Se veía venir"

El municipio de Calatayud y las comarcas de Campo de Cariñena, Ribera Alta del Ebro y Valdejalón quedan confinadas. Regresan además, al nivel 3 de alerta agravada. Se unen así, a otros territorios que ya estaban bajo estas restricciones como son Tarazona, Jaca y la comarca de Las Cinco Villas.

La decisión ha sido tomada por Sanidad ante el aumento de los casos de coronavirus en estas zonas. Calatayud es la segunda zona con mayor incidencia de la comunidad a 14 días: 671 por cada 100.000 habitantes. Solo le supera Jaca. "La semana pasada tuvimos cifras preocupantes con días de hasta 18 o 20 contagios. Era una situación para estar realmente preocupado. Informamos a los vecinos, e hicimos publicaciones en redes sociales, llamando a la prudencia para que se siguieran respetando las restricciones, pero no podemos controlarlo absolutamente todo", nos cuenta en COPE el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda.

Crecen los contagios también en la Ribera Alta donde el municipio de Gallur suma 11 casos nuevos. El confinamiento de esta comarca afectará a pueblos como Alagón, Boquiñeni o Sobradiel, donde su alcalde, Alfredo Marín nos contaba el trastorno que supone para sus vecinos no poder desplazarse a Zaragoza capital: "Los vecinos de Sobradiel tienen más relación con Zaragoza capital, ya que formamos parte de su área metropolitana, que con el resto de la comarca de la Ribera Alta. Va a ser un trastorno importante no poder ir a la ciudad de Zaragoza a excepción de causas justificadas como ir al médico o a trabajar", nos dice Marín.

Se cierra también la Comarca de Campo de Cariñena con una incidencia de 332 casos por 100.000 habitantes en la última semana. Además de Cariñena, este confinamiento afecta a pueblos como Muel, Paniza o Cosuenda. Destaca el caso de Aladrén. No tienen ni un contagio, pero quedan confinados junto con el resto de la comarca. Una medida que entienden desde el Ayuntamiento. "Si hay que tomar esta medida por el bien de todos, bienvenida sea. En Aladrén no estamos teniendo casos, pero por las cifras de contagios de la comarca en los últimos días es algo que se veía venir", afirma su alcaldesa, Marta Blanco.

Y por último, confinamiento también para la comarca de Valdejalón con municipios como Calatorao, Ricla o La Almunia, localidad que en la última semana ha sumado 60 positivos. Todas estas zonas quedan en nivel 3 de alerta agravado. En todas ellas, el comercio no esencial debe cerrar a las 8 de la tarde, no puede haber reuniones de más de 4 personas y las terrazas de los bares se quedan al 75% de aforo. Estas restricciones estarán vigentes, como mínimo, hasta el domingo, cuando termina el estado de alarma, pero Aragón cuenta con su propia ley para poder seguir prolongando estos confinamientos.

Lo que no se podrá aplicar de forma unilateral por el Gobierno de Aragón es el toque de queda. Algo que el presidente Javier Lambán, afirma, sí sería de utilidad: "Nuestra ley no nos permite confinamientos autónomicos, pero sí de otras unidades territoriales, tampoco nos permite establecer el toque de queda, una medida que creo que todas las comunidades autónomas consideramos de utilidad", afirma Lambán.

FRAGA, EL CONTRASTE

La buena noticia está en Fraga. El municipio queda desconfinado después de que el cierre perimetral haya tenido efecto en el descenso de los contagios. Fraga vuelve además, a nivel 3. La capital del Bajo Cinca estaba cerrrada perimetralmente desde el 13 de abril, cuando se alcanzó una incidencia de más de 300 casos por 100.000 habitantes en siete días. Ahora, con 100 casos por 100.000 habitantes, vuelven a nivel tres, noticia que la alcaldesa de Fraga, Carmen Costa, ha recibido con alegría y prudencia. "Estamos contentos. Los comercios locales se han resentido con el cierre pero toca seguir trabajando y respetando las medidas de prevención. Esperamos que la vacuna vaya devolviendo la normalidad", afirma Costa.

La Asociación Empresarial Intersectorial del Bajo Cinca y la junta directiva de la Asociación de Comercio y Servicios de Fraga y Comarca venían reclamando que se levantaran las restricciones, como ya se había hecho con la comarca vecina de La Litera.

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