BUENAS TARDES COPE

"Fuego, fuego"

por Pedro Rodríguez

Periodista

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 13:40

¡Fuego, fuego...!, gritaba desesperada una mujer de cincuenta años, viendo como el brasero quemaba la ropa de la camilla y el fuego se propagaba por la casa a la velocidad del sonido. A la madre de familia sólo le quedaba gritar: ¡Fuego, fuego...!. 
En la vivienda estaban ella, dos hijos con 15 y 24 años y la hija de ésta, recién nacida. Los gritos y el humo que salían a la calle alertaron a algunos vecinos que, inmediatamente, avisaron a los bomberos.  
Al parecer, cuando éstos consiguieron entrar en la vivienda, los dos hermanos ya habían muerto, envueltos en las llamas, y la señora de cincuenta años y la niña recién nacida, sufrían quemaduras gravísimas. 
Desde el momento del desgraciado suceso la Barriada de la Hispanidad ha sido un grito de llanto, dolor y pena. En los dos último días, la noticia ha abierto la portada de periódicos y telediarios nacionales. 

"En las marismas del cielo"

Ayer fue el funeral de los jóvenes fallecidos. Hoy, en el Juan Ramón Jimenez, se esfuerzan por sacar adelante a la niña recién nacida, quién no conocerá a su  mamá. 
El grito desesperado de ¡fuego, fuego...!, dado por la mujer de 50 años, que lucha entre la vida y la muerte, se recordará eternamente en el cielo de la barriada de la Hispanidad. 
Lo cual no dejará de ser una gran paradoja, pues el nombre de la Hispanidad es la consecuencia de otro grito historico: ¡Tierra, tierra!, el 12 de octubre de 1492. Con la gran diferencia de que el grito de Rodrigo de Triana constituyó un grito de vida: “había nacido un nuevo mundo”, y el de la barriada, en cambio, ha sido un grito de muerte. 
Pero, como les decía el Obispo a los familiares, ayer, en el funeral, “ahora hay que mantener la fortaleza y la esperanza de que los jóvenes fallecidos ya gozan de la eterna visión de Dios, en las marismas del cielo”.  ¡Buenas tardes!