Así afecta la pandemia a la psicología de las embarazadas

Un estudio determina que empeoran los niveles de ansiedad

efe

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 11:58

Un estudio de la Universidad de Granada determina que las variables psicológicas han contribuido a empeorar la ansiedad y depresión en las embarazadas desde que comenzó la pandemia de la covid.

Entre estas variables psicológicas figura el estrés general sufrido, las preocupaciones que tienen las mujeres sobre su propio embarazo, la resiliencia, el insomnio, el miedo al contagio o la sensación de soledad, ha informado la Universidad de Granada.

El trabajo, publicado en la revista 'Medicina Clínica', ha revelado que sentir estrés, estar altamente preocupada por el desarrollo del embarazo, el miedo al contagio, sentirse sola y dormir mal son las variables que más afectan al problema ansioso y depresivo.

Miedo a contagiarse

El autor principal de este trabajo, Borja Romero González, investigador del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, explica que desde que se decretó el estado de alarma el pasado mes de marzo, "miles de personas han tenido que enfrentarse a una nueva forma de vida que no conocíamos".

Esta situación ha afectado a las mujeres embarazadas por miedo a contagiarse y a que lo transmitan al feto.

Además, agrega, la incertidumbre que ocasionan los confinamientos, especialmente el domiciliario de la pasada primavera, junto con la situación de saturación hospitalaria, pudo contribuir a que las embarazadas hayan vivido esta experiencia como estresante y ansiosa.

La investigación se ha enfocado en conocer qué variables, psicológicas y propias del confinamiento, han contribuido a aumentar o disminuir los niveles de ansiedad y depresión en 131 mujeres embarazadas.



Además de las variables psicológicas, los autores también analizaron las del confinamiento, constituidas por el tipo de vivienda en el que pasaron estos meses, si siguieron una dieta equilibrada o la frecuencia de videollamadas a familiares y amigos.

Los resultados indican que las variables psicológicas han contribuido a empeorar la ansiedad y depresión en las embarazadas, lo que los investigadores interpretan como que a pesar de la alta importancia que tiene dónde viva uno, cuánto contacto tenga con sus allegados y el tipo de alimentación que siga, el estado psicológico contribuye de manera más directa a tener ansiedad y depresión.

Intervención psicológica

Por ello, consideran necesario destinar intervenciones psicológicas a las mujeres embarazadas, "escucharlas y permitir que hablen de sus emociones, para minimizar el impacto que tienen en problemas de mayor gravedad como la ansiedad y la depresión".

Además, esto podría repercutir de manera positiva en el feto, ya que se ha demostrado la estrecha relación que existe entre el estrés y el neurodesarrollo del bebé.

En un segundo estudio se compararon los niveles de satisfacción con el parto y depresión posparto en mujeres que dieron a luz antes y durante la pandemia.

Quienes dieron a luz durante la pandemia decían haber sentido mayor estrés en el proceso de parto, y calificaron como peores la calidad de los cuidados recibidos.

Hubo además casi un 15% más de mujeres que desarrollaron síntomas de depresión posparto tras haber dado a luz durante la pandemia.

Una posible explicación puede ser que, durante el estado de alarma, España sufrió los momentos más críticos de la pandemia, con el colapso hospitalario, lo que pudo repercutir en la percepción que las mujeres tienen sobre la calidad de los cuidados que recibieron.

Además, el verse solas para dar a luz o encontrarse en un sitio "inhóspito", como, según los investigadores, se convirtieron los hospitales en la pandemia, aumentaría el estrés en el parto.