DEPORTES CÓRDOBA

¿Qué pasará con los contratos y las fichas de los futbolistas profesionales si vuelve la Liga?

Diego Molina, abogado experto en Derecho Deportivo, advierte: "la Federación puede prorrogar las licencias, pero los contratos terminan el 30 de junio"

Toni Cruz Córdoba

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 13:04

Los aficionados al deporte en general y al fútbol en particular cuentan los días para que la pelota vuelva a rodar. No parece un horizonte sencillo de resolver. La crisis sanitaria ya ha provocado el aplazamiento de la Eurocopa -y de los Juegos Olímpicos- y también de las finales de Champions, Europa League y Copa del Rey. ¿Y la Liga qué?

Nuestro compañero Isaac Fouto, experto en temas federativos, argumentó que “La Liga querrá reanudar la competición a puerta cerrada cuando el Gobierno lo autorice (sobre todo para salvar los derechos de televisión) y la Federación lo dejará en manos de los clubes modestos que dirán que no. Será la siguiente confrontación entre Liga y RFEF”.

 


 

 


 

En COPE Córdoba hemos contactado con Diego Molina, analista y abogado experto en Derecho Deportivo, para conocer su valoración y sus perspectivas de futuro para el fútbol español. Antes de nada, exceptúa que “es la pregunta que se hace todo el mundo, porque el escenario futuro es incierto”.

El Reglamento de la Federación fija una fecha tope: “no se sabe realmente cuánto se puede prolongar esta situación que tiene todas las competiciones paralizadas y si será materialmente posible concluir las competiciones antes del 30 de junio que es cuando establece en su artículo 187 el Reglamento de la Federación”. Con todo, este Reglamento “contempla la posibilidad de que las competiciones y los periodos de inscripción de jugadores sean alterados en casos de fuerza mayor, pero no se contempla una situación como la actual de que fuese necesaria la prórroga o la extensión de la temporada más allá de esa fecha del 30 de junio”.

Otra cosa distinta sería “que se pudiera articular una solución de manera que las competiciones que no hayan podido finalizar se superpongan en la temporada próxima -en este caso la 2020-2021- o que se pueda tomar otra vía de solución jurídica que ahora mismo no está sobre la mesa o que yo no conozco”.

 


 

 


 

En cuanto a las licencias y los contratos; “los contratos de los futbolistas se suelen firmar por periodos que coinciden con las temporadas futbolísticas -1 de julio al 30 de junio- y en el supuesto de que las competiciones se prorrogaran más allá de esa fecha un jugador cuyo contrato finalizara el 30 de junio se quedaría sin contrato en vigor”.

Eso nos presenta un escenario repleto de interrogantes. Primero porque “la licencia federativa se extiende por un periodo de validez que coincide con el periodo de compromiso laboral con el club, es decir: la licencia no puede durar más del contrato. Así que un futbolista que finalizase su contrato perdería la vigencia de su licencia a partir de ese 30 de junio”.

La Federación, eso sí, “tiene competencias reglamentarias como para modificar su propia normativa prorrogando la temporada y la vigencia de la licencia, pero no para prorrogar la vigencia de sus contratos. Así que podría tener licencia, pero estar desvinculado del club a efectos contractuales y laborales, por lo que la Federación no podría obligarle a competir con ese club con el que ya no tendría contrato”.

Pero es que, recuerda Molina, además “desde el 1 de enero pasado cualquier jugador que termine contrato el 30 de junio tiene libertad para negociar su futuro laboral y deportivo con cualquier otro club. No solo negociar su futuro sino firmar con otro equipo. Así que podría darse el caso de jugadores que ya tuvieran contraído un compromiso con un club diferente a partir de esa fecha. Si la competición se prorrogase más allá de ese 30 de junio estaría sometido a la disciplina de ese nuevo club que podría competir en la misma categoría. Es un escenario que no se había dado nunca antes”.

 


 

 


 

La posibilidad de que se diera la campaña por acabada está también sobre la mesa. Sería la más drástica de todas y generaría una sacudida tremenda para todos los clubes: “puede adoptarse la decisión de que las temporadas y las competiciones acaben tal y como están, lo que deportivamente provocaría muchos problemas en cuanto a los derechos clasificatorios de los clubes porque no se han podido disputar todos los puntos y el agravio comparativo que podría provocar sería evidente. Tanto LFP como RFEF no quieren esa solución y van a hacer todo lo posible para que las competiciones finalicen al completo y se disputen todos los puntos con la normalidad que se pueda y no se crean los agravios comparativos”.

En cualquier caso, el abogado tiene claro que en estos momentos “todo lo que podemos hacer es especular, opinar y ver cómo transcurren los acontecimientos”.