CIENCIA ALCANTARILLADO

Proyecto analizará las aguas residuales para ver los hábitos de los barrios

Las ciudades de Barcelona, Gotemburgo (Suecia) y Amersfoort (Holanda) ensayarán un proyecto europeo, dotado con 5,8 millones, para aplicar Inteligencia Artificial (IA) y Big Data al alcantarillado y analizar las aguas residuales para conocer los hábitos y estilo de vida de los vecinos de cada barrio.,El proyecto, denominado SCOREwater y que durará cuatro años, se basa en colocar sensores en las alcantarillas que harán análisis químicos, microbiológicos y de caudales de

Agencia EFE

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 15:48

Las ciudades de Barcelona, Gotemburgo (Suecia) y Amersfoort (Holanda) ensayarán un proyecto europeo, dotado con 5,8 millones, para aplicar Inteligencia Artificial (IA) y Big Data al alcantarillado y analizar las aguas residuales para conocer los hábitos y estilo de vida de los vecinos de cada barrio.

El proyecto, denominado SCOREwater y que durará cuatro años, se basa en colocar sensores en las alcantarillas que harán análisis químicos, microbiológicos y de caudales de las aguas residuales.

En el proyecto participan el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), el centro tecnológico Eurecat, el Consorcio Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), la pyme fabricante de sensores on-line 's::can Iberia' y el operador público municipal del agua, Barcelona Ciclo del agua (BCASA).

El proyecto, que se ha puesto en marcha este mes de mayo, desplegará tres laboratorios sociales "living labs" en Barcelona, Gotemburgo y Amersfoort.

El "living lab" de Barcelona permitirá generar información objetiva e inmediata sobre la personalidad de cada barrio ya que, por ejemplo, generará información sobre los hábitos de gestión de residuos en los hogares, incluyendo la gestión de aceites y grasas o las toallitas húmedas que se arrojan por los desagües, o los hábitos de consumo de productos farmacéuticos, como los antibióticos.

Según Eurecat, esta aproximación pionera, bautizada como "sewage sociology" o sociología de las aguas residuales, será clave en el futuro inmediato para diseñar campañas de concienciación ciudadana en los ámbitos de gestión de residuos en los hogares y de hábitos de salud y hacer un seguimiento de su eficacia.

El "living lab" de Gotemburgo se centra en la integración de herramientas de monitorización de la calidad del agua con información de planificación urbana para reducir el impacto de las aguas contaminadas durante la construcción de infraestructuras y edificaciones en los diferentes elementos del ciclo urbano del agua.

El "living lab" de Amersfoort se centrará en potenciar la resiliencia de la ciudad frente a inundaciones, mediante la integración de información proveniente de modelos hidráulicos, sensores y bases de datos de planificación urbana.

El proyecto también contempla actividades de educación ambiental en escuelas y en museos mediante exposiciones interactivas.