¿Qué implicaciones éticas tiene el cultivo de embriones de mono con células humanas?

Desde COPE hablamos con expertos científicos que analizan los límites éticos de uno de los hallazgos más relevantes de lo que va de año

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 21:32

Es sin duda una noticia científica de gran impacto. Con posibilidades médicas evidentes, hay quien se pregunta qué implicaciones en el campo de la ética puede tener el "hallazgo" de estos embriones "quimera" entre monos y hombres, que ha llevado a cabo en China un grupo de científicos liderados por el español Juan Carlos Izpisúa.

Es por ello por lo que, para COPE, han hablado Jorge Alcalde, divulgador científico y Nicolás Jouve, catedrático emérito de Genética, acercándonos todas las implicaciones éticas del hallazgo.

Jorge Alcalde, divulgador científico: "Han conseguido una quimera"

"Lo que estos científicos han logrado es algo fácil de explicar aunque difícil de justificar. Han extraído células de un ser humano adulto, han reprogramado estas células para convertirlas en células embrionarias, en el estado en el que son pluripotentes y después han inyectado estas células en un embrión de un mono ya desarrollado."

"Han visto lo que pasa con estas células. Durante 20 días, han conseguido que crezcan en el embrión del mono. Es decir, han conseguido una quimera. Es un embrión con mezcla de material genético de un mono, macaco, y de un ser humano. Ahí han detenido la investigación y no se sabe qué habría ocurrido si ese embrión, mezcla de humano y de mono, hubiese seguido desarrollándose".


"La intención de ese tipo de investigaciones es en principio benigna. Se pretende investigar si es posible generar tejidos humanos en el interior de un animal, por ejemplo, un hígado humano en un cerdo, de manera que tendríamos tejidos para trasplantes sin necesidad de donantes. Y podríamos curar muchas enfermedades que hoy no tienen cura fácil".

"El problema es qué ocurre con los límites de esta investigación. ¿Hasta dónde se podría desarrollar ese embrión mezcla de mono y de hombre? ¿Qué pasaría si algunas células humanas anidan en el cerebro, por ejemplo, de ese futuro animal? Hoy en día, todavía no es posible, ni esa es la intención de estos científicos que estos embriones se desarrollen tanto como para convertirse en un animal real. Que nazcan del útero de una mona, en este caso. Eso es impensable".

"La puerta está abierta. Muy buena parte de la comunidad científica está alerta y muy preocupada con este tipo de investigaciones que ponen el juego la frontera que no debería traspasarse entre la dignidad humana y el uso de nuestro material para experimentos genéticos".


Nicolás Jouve, catedrático emérito de Genética de la Universidad de Alcalá y doctor en Biología: "Tiene más un interés teórico que práctico"

"Los experimentos del español Juan Carlos Izpisúa-Belmonte en el instituto Salk de California no son nuevos en este contexto. Se utiliza una tecnología que se desarrolló en el año 2006 por un japonés Premio Nobel en 2012. La tecnología es la reprogramación celular que consiste en que unas células ya especializadas son modificadas genéticamente para que se rejuvenezcan a un estado parecido a las células embrionarias".


"Lo que hace, a continuación, el doctor Izpisúa en sus experimentos es utilizar células humanas que se han extraído de la piel u otras zonas para convertirlas en células equivalentes a las embrionarias a través de la reprogramación celular e introducirlas en embriones en estado de blastocisto, es decir, un embrión incipiente de mono, en este caso un macaco"

"El embrión después se desarrolla y lo que se trata es de ver como se integran las células humanas en el conjunto del embrión que se está desarrollando. La idea es visualizar cómo de ahí pueden surgir incluso órganos que pudieran en el futuro ser utilizados para trasplantes. Esto está lleno de connotaciones éticas en el sentido de que esas células sí son humanas y se están desarrollando en un embrión de mono que podrían dar lugar a órganos quimera, mixtos, con células humanas y células de animal. Pero esto tiene muchos riesgos. La naturaleza de esos órganos no es claro que vaya a ser equivalente a un trasplante entre humanos".

"Por otro lado, esos embriones, ahí el gran debate moral, es de qué naturaleza son. ¿Son embriones humanos o siguen siendo embriones de animal con células humanas? Realmente no son humanos y ni de ahí va a surgir un organismo viable probablemente porque estos embriones se han destruido y los pocos que han sobrevivido son prácticamente inviables. Es muy difícil que el programa genético humano pueda tener un desarrollo normal en un conjunto embrión que no es el propio. Se produciría una inviabilidad".


"El único interés que pueden tener estas tecnologías es para hacer averiguaciones sobre como se desarrollan los tejidos o las células humanas en un contexto que no es el propio. Ese tipo de investigaciones no son necesarias porque eso mismo se puede hacer con modelos animales estudiando por el parecido que existe entre células humanas y otros animales cómo se desarrollan en el propio animal. Éticamente no son muy correctos por el estatus moral y la inviabilidad. Nunca van a dar lugar a algo que sea viable. Por lo demás, es más el interés teórico que práctico".