ONG FARMAMUNDI (Crónica)

Farmamundi: de una petición de ayuda en Mali a liderar el reparto de fármacos

Concha Tejerina

Agencia EFE

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 11:20

Concha Tejerina

La llamada de una misión salesiana en Bamako, capital de Malí, pidiendo ayuda para montar un dispensario fue lo que llevó a un grupo de farmacéuticos valencianos a crear Farmamundi, y 25 años después esta organización se ha convertido en una de las líderes de la distribución de medicamentos esenciales a nivel internacional.

Farmacéuticos Mundi celebra este jueves su aniversario, un cuarto de siglo de vida en el que la entidad, arropada por la profesión farmacéutica, ha reivindicado el derecho a la salud de todas las personas en igualdad y ha defendido un mayor acceso a los fármacos esenciales de las poblaciones que viven en mayor situación de vulnerabilidad.

Paco Clemente, farmacéutico y primer presidente de la entidad, recuerda a EFE que tras recibir la llamada desde Mali en 1991, y a bordo de un Land Rover, fueron "cargados hasta los topes" de medicamentos esenciales para montar en el país africano tres pequeños dispensarios, a los que nutrían enviando fármacos donados y reciclados por estado y fecha de caducidad.

Tras regresar de otra misión católica decidieron organizarse de forma legal y en 1993 nació Farmamundi, que tuvo una primera sede en el municipio valenciano de Alfafar y posteriormente en el Parque Tecnológico de Paterna (Valencia).

Boticarios como Paco Clemente, Paloma Navarro, Antonio Espejo o Asunción López dieron vida a un proyecto al que se entregaban de manera voluntaria, durante sus horas libres y sin recibir ninguna compensación económica.

De hecho, afirma Clemente, la decisión que dio viabilidad a esta ONG humanitaria fue que los miembros de la junta de Administración o Rectora no cobrarían ni participarían económicamente en las labores de trabajo "más allá del voluntariado".

En la actualidad, 660 personas de todo el mundo dependen de Farmamundi, cuyas cifras en los últimos 25 años son de vértigo: más de 16 millones de personas de 70 países de todo el mundo atendidas; 388 proyectos de cooperación y desarrollo; y cerca de 2.340 toneladas de medicamentos y material sanitario suministrado en 6.723 envíos.

"Jamás pensamos que la ONG iba a adquirir este volumen pero empezamos con muchísima ilusión, esperanza y voluntarismo", afirma Paco Clemente, que destaca que el porcentaje de población que no tiene acceso a los medicamentos esenciales ha disminuido veinte puntos, del 50 al 30 por ciento.

No obstante, añade, sigue habiendo un tercio de población mundial que precisa de los cerca de 300 fármacos esenciales que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda en cualquier botiquín sanitario mínimamente bien estructurado.

"Intentamos llegar hasta donde podemos", señala el primer presidente de Farmamundi, entidad que en la actualidad compra los medicamentos a Farmaindustria para llevarlos donde más se necesitan.

A su juicio, "estamos en un nivel de organización bastante serio. Es como si estuviéramos jugando en la Europa Ligue pero queremos llegar a hacerlo en la Champions, estar entre los cuatro o cinco primeros".

El actual presidente de la entidad, Ricard Troiano, destaca que la entidad se ha "profesionalizado de una manera espectacular" en los últimos años, y ha subrayado que hace dos semanas pidieron cuatro convenios a la Agencia Española de Cooperación Internacional "y nos los han concedido todos y con las máximas puntuaciones".

Troiano señala que la administración española ha bajado "muchísimo" la cantidad de dinero que destina a Cooperación Internacional, aunque Farmamundi "está muy bien valorado" y solo en los anteriores cuatro convenios han supuesto para planes bianuales ocho millones de euros. "Esto significa que las cosas se hacen bien, de forma rigurosa", recalca.

Según Troiano, Farmamundi no se ha visto afectado por los escándalos que han sacudido a algunas ONG en los últimos tiempos, aunque sí por los conflictos bélicos que se viven en algunos países a los que envían medicamentos, como Gaza.

"Somos tremendamente transparentes con el dinero y la misión y estamos auditados por Justicia, Sanidad y Hacienda. Sí que es verdad que ha habido ONG, como todos los sectores, que no se han portado bien, pero no hay que demonizar por una cosa que no funcione, no hay que generalizar", ha indicado.