Fiscal mantiene cargos contra el acusado de cortar el pene a compañero piso

La Fiscalía ha mantenido hoy su petición de 4 años y 6 meses de prisión por un delito de lesiones para el hombre acusado de cortarle el pene a un compañero de piso en Zaragoza en marzo de 2019, y ha solicitado la imputación de la víctima por falso testimonio al declarar durante el juicio que él mismo se había amputado el miembro.

En la sesión final del juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza contra Aaron B.M. por estos hechos, la Fiscalía ha insistido en dar valor a las declaraciones hechas ante el juzgado de instrucción por la víctima, el británico Andrew S.B., que en marzo de 2019 relató a la magistrada que había llegado a un acuerdo con el acusado a cambio de dinero, aunque ayer se desdijo de esa primera declaración.

El tribunal, a petición de la Fiscalía, ha reproducido la declaración incriminatoria hecha por la víctima en 2019 ante la instructora.

Esta declaración ha sustentado la petición de prisión para el acusado hecha por la fiscal, que le ha responsabilizado de haber llevado a cabo los hechos "no por un sentimiento altruista", sino a cambio de dinero.

Una amputación que la víctima, diagnosticada con un trastorno psicótico y esquizofrenia paranoide, había planeado llevar a cabo debido a que "no sentía el pene como parte de su sexo".

La letrada de la defensa ha solicitado a su vez la libre absolución de su cliente a la vista del testimonio hecho ayer por videoconferencia desde Gran Bretaña por la víctima.

"Soy hombre de conciencia y tengo que decir la verdad", dijo Andrew S.B. antes de asegurar que se había hecho él mismo la amputación.

Los peritos forenses que han declarado hoy ante el tribunal, en la reanudación de la vista, han explicado que el corte se hizo de forma limpia, "con fuerza y decisión", y han destacado que aunque autolesionarse es "difícil", también es "factible".

Según una de estas peritos, se trata de una persona "con un trastorno psicótico y con conductas anómalas que le pueden impulsar a hacerlo".

Esta especialista ha recordado que la víctima, una vez dada de alta y con el pene reimplantado con microcirugía, le contó que se había bebido una botella de vino para "darse valor", pero que en ningún momento le refirió quien había llevado a cabo la amputación.

Otros peritos han informado de que no se encontraron imágenes de los hechos en los móviles de la víctima y del acusado.

Por su parte, la letrada de la defensa se ha mostrado convencida de la veracidad de las reiteradas y persistentes declaraciones de inocencia hechas por su cliente, quien aseguró siempre que la víctima se presentó en su habitación y arrojó su pene amputado al suelo al tiempo que le decía "lo he hecho".

Ha destacado que, poco después de ocurrir los hechos, hasta en tres ocasiones Andrew S.B. relató a agentes de la Policía Local y Nacional que él mismo se había amputado el miembro, y que si cambió finalmente de declaración fue, cómo reconoció ayer, por las presiones recibidas.

"Mi cliente estaba herido y desorientado, y además es extranjero y desconocía las leyes del país, sentía vergüenza y pensaba que no podía cambiar en instrucción el último testimonio hecho", ha subrayado la abogada.

Ha admitido, por otra parte, que el acusado limpió el piso tras los hechos, pero ha destacado a renglón seguido que lo hizo para que la hija de 13 años de otra compañera de piso no viera la sangre, y que no tiró el pene sino que lo guardó y lo entregó a la policía, lo que posibilitó que le fuera reimplantado a la víctima. EFE