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Vox pide ilegalizar a los independentistas, que le acusan de "franquista”

Vox ha defendido este miércoles en el Congreso que los partidos que entre sus idearios tienen dinamitar la soberanía nacional sean declarados "inconstitucionales, una propuesta que los independentistas han tachado de franquista y que el diputado de la CUP Albert Botran ha leído imitando la voz del dictador desde la tribuna.

Agencia EFE

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 15:19

Vox ha defendido este miércoles en el Congreso que los partidos que entre sus idearios tienen dinamitar la soberanía nacional sean declarados "inconstitucionales, una propuesta que los independentistas han tachado de franquista y que el diputado de la CUP Albert Botran ha leído imitando la voz del dictador desde la tribuna.

Ha sido el diputado de Vox Javier Ortega Smith el que, en su defensa de la moción ha pedido al PP un posicionamiento concreto sobre este asunto.

Han preferido ponerse de rodillas siempre delante de los separatismos de todos los colores y cederles siempre lo que no es suyo: la soberanía nacional y la libertad de todos los españoles, ha dicho Smith sobre el partido que lidera Alberto Núñez Feijóo.

El popular José Antonio Bermúdez de Castro ha respondido que el PP estará siempre enfrente de los nacionalistas defendiendo la unidad de España, la soberanía única, el cumplimiento de la ley, la igualdad de derechos y la solidaridad entre españoles.

Sin embargo, ha advertido a Vox de que la pretensión de ilegalizar a los independentistas sería tan inconstitucional como que alguien quisiera ilegalizar a Vox por estar en contra del Estado de las Autonomías.

Pretendientes (para esa petición de ilegalización) no faltan, ha ironizado el diputado del PP en referencia a los partidos políticos, pero él ha defendido que la Constitución sirve para que nadie pueda ilegalizar a nadie por sus ideas por muy inquietantes que parezcan.

Un discurso similar ha tenido el parlamentario de Ciudadanos Edmundo Bal, que ha defendido que los independentistas pueden legítimamente decir que lo son, pero lo que no pueden es saltarse la ley para conseguir sus objetivos.

El PSOE, de la mano de José Zaragoza, ha acusado a Vox de ser el partido del odio y el miedo, y ha preguntado a su presidente Santiago Abascal si salió tan escaldado de la otra moción de censura que ahora no se atreve a presentarse. Son la ultraderechita cobarde, ha ironizado.

Por parte de Podemos, el diputado Pedro Antonio Hurtado le ha pedido a Vox tener cuidado con lo que desea (...) no vaya a ser que al final los que acaben ilegalizados sean ustedes, ha dicho, por sus discursos de odio y proclamas machistas.

En representación del grupo republicano, la diputada Montserrat Bassa ha acusado a Vox de hacer gala de un fascismo que lo que pretende es imponer su manera de ver el mundo, reprimiendo o liquidando cualquier disidencia, un discurso similar al de otros grupos independentistas.

Por parte de la CUP, Albert Botran ha comparado la moción de Vox con los discursos de Franco, incluso emulando desde la tribuna la voz del dictador, y se ha mostrado orgulloso de ser un rojo separatista, como le denominan, ha dicho, los herederos de la cruzada del 1939.

Oskar Matute, representante de Bildu, ha pedido a Vox predicar con el ejemplo y vaciar las autonomías sacando a sus propios diputados de los Parlamentos autonómicos, mientras que el diputado de Compromís Joan Baldoví ha preguntado al partido de Abascal si ilegalizarían también a su partido, y Ferran Bel, del grupo plural, ha dicho que Vox es más enemiga de España que los independentistas.