CORONAVIRUS LITERATURA (Crónica)

"Los abrazos perdidos", la cuarentena vista por una niña de ocho años

Que el confinamiento y la pandemia ha dado lugar a muchas historias es algo más que patente, pero sin duda "Los abrazos perdidos" tiene algo muy especial porque su autora es Nayara Granados, una niña de ocho años que nos relata qué le contará a sus futuros nietos sobre lo que pasó y nos pasó durante la cuarentena.,Se lo contará porque Nayara quiere tener nietos, nos confirma con una voz tímida durante una entrevista con Efe con motivo de la publicación de este

Agencia EFE

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 11:24

Pilar Martín

Que el confinamiento y la pandemia ha dado lugar a muchas historias es algo más que patente, pero sin duda "Los abrazos perdidos" tiene algo muy especial porque su autora es Nayara Granados, una niña de ocho años que nos relata qué le contará a sus futuros nietos sobre lo que pasó y nos pasó durante la cuarentena.

Se lo contará porque Nayara quiere tener nietos, nos confirma con una voz tímida durante una entrevista con Efe con motivo de la publicación de este libro ilustrado por Leire Salaberria (Editorial Destino).

Una obra que nació como un trabajo para colegio, según explica esta pequeña cordobesa de nacimiento pero granadina de corazón porque desde los dos años vive en la localidad de Algarinejo: "todos los años para la radio del cole escribimos un cuento, y como a mi mis abuelas me cuentan historias de cuando eran pequeñas pues también me gustaría en un futuro contarle a mis nietos lo que estamos viviendo", dice sin soltar la timidez.

Y lo que vivió fue que lo que experimentamos niños, adultos y abuelos, esas "ganas de hablar y dar un abrazo". Expresiones de amor que Nayara asegura, sin dudar ni un minuto, que no se podrán "recuperar".

En concreto, en "Los abrazos perdidos" su pequeña autora relata a sus futuras nietas cómo durante el confinamiento aprendimos a darle importancia a las pequeñas cosas y como dimos un respiro a la naturaleza. Esto es lo único que saca de positivo Nayara: "lo bueno es que no hemos hecho tanto daño a la naturaleza pero hemos tenido mucha falta de estar con la familia", lamenta.

Unos mensajes que envía en este cuento que escribió "del tirón" una tarde de esos días de encierro domiciliario en los que las pantallas se convirtieron en ventanas que nos conectaban con el mundo.

Según recuerda la autora los primeros que leyeron el cuento fueron "mamá y papá", quienes le dijeron que estaba "muy chulo".

Así lo confirma Mari Carmen, la madre de esta pequeña que desde que nació a los seis meses de gestación ha sido una auténtica luchadora porque su salud no ha sido la de la mayoría de los niños y en la actualidad solo tiene visión en el ojo izquierdo.

"Sabíamos que lo estaba escribiendo, lo hizo muy rápido porque había que hacerlo para el colegio y este año el tema era el coronavirus. Pero ella escribió sobre lo que más echaba de menos, lo que le gustaría hacer y cuando me lo enseñó fue increíble, no te crees lo que hay en un corazón tan pequeño", dice esta madre orgullosa de tener una hija que cuando escribe expresa "con más facilidad" sus sentimientos.

Esos que vuelca con sencillez y rotundidad en "Los abrazos perdidos", una obra que cuando la tuvo en sus manos, y la vio con ese ojo con el que "todavía" ve, afirma, sintió "mucha alegría, mariposillas en el estómago y mucha ilusión". Así que ahora, confiesa, le gustaría ser escritora porque tiene "más cuentos guardados", historias que nacen de sus "sentimientos".