CORONAVIRUS DEFENSA (Crónica)

Una hora en la sala que coordina la misión Baluarte contra la covid

Cada mes, el general al mando de la misión Baluarte se reúne con los seis departamentos de las Fuerzas Armadas implicados en la lucha contra el virus de la covid. Lo hace a través de una pantalla enorme desde una sala en forma de anfiteatro, la misma que se usaría para coordinar un conflicto.,"A la orden, muy buenos días", "todo va viento en popa desde Rota (Cádiz)", "me mantengo a la escucha desde este cuartel en Sevilla", "esto es todo desde la base aér

Agencia EFE

Tiempo de lectura: 4' Actualizado 17:40

María Traspaderne

Cada mes, el general al mando de la misión Baluarte se reúne con los seis departamentos de las Fuerzas Armadas implicados en la lucha contra el virus de la covid. Lo hace a través de una pantalla enorme desde una sala en forma de anfiteatro, la misma que se usaría para coordinar un conflicto.

"A la orden, muy buenos días", "todo va viento en popa desde Rota (Cádiz)", "me mantengo a la escucha desde este cuartel en Sevilla", "esto es todo desde la base aérea de Torrejón (Madrid)", "estamos dispuestos a servir y, además, siempre contentos", "por parte del Mando del Ciberespacio, nada más, quedo a la escucha".

Los que hablan son los jefes de los distintos mandos que forman parte de Baluarte, la operación que sustituyó a Balmis para seguir combatiendo el coronavirus con desinfecciones, transporte de vacunas y rastreos.

Sus caras aparecen en la pantalla compartimentada en tres del Centro de Operaciones Conjunto (JOC, en sus siglas en inglés), una sala altamente tecnificada de la base de Retamares de Pozuelo (Madrid).

En esta base se ubica en el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, el organismo que coordina las misiones internacionales y también Baluarte, donde están implicados los tres ejércitos (Tierra, Aire y Armada), la Unión Militar de Emergencias, el Mando Conjunto del Ciberespacio y el departamento de sanidad militar.

NORMALIDAD EN LAS RESIDENCIAS

Cada uno de sus seis responsables han dado cuenta este martes en la JOC ante el general al mando de Baluarte, Francisco Braco, acompañado de la ministra Margarita Robles. Entre sus mesas, como invitados, algunos periodistas.

Esta reunión se llegó a celebrar cada semana en los días más duros de la pandemia, cuando había gente 24 horas trabajando en la JOC y los militares desinfectaban a un ritmo frenético, trasladaban cadáveres, viajaban a China a por mascarillas e instalaban tiendas de campaña junto a hospitales saturados.

Ahora, el ritmo ha disminuido, apuntan a Braco y Robles los comandantes de los diferentes ejércitos, que enumeran uno a uno las actividades que realizan, siempre a petición de las instituciones.

Lo hacen después de la introducción del coronel médico Fernando Montesinos, que hace un repaso de los datos sanitarios, y del comandante Francisco Bernal, jefe de turno de la misión.

Hay, dice el primero, un "crecimiento sostenido de la incidencia" en España, "el número de fallecidos se mantiene en valores similares" y la situación del país es buena en relación a sus vecinos europeos.

Montesinos destaca algunas publicaciones en prensa: una noticia de Efe sobre cómo la OMS monitoriza una nueva variante india, otra del "New York Times" de que las nuevas cepas no deben asustarnos o una tercera sobre la británica, que no escapa al efecto de la vacuna.

Se felicita de los efectos de la vacunación en residencias de mayores -"han recuperado casi la normalidad"- y cómo ello se ha traducido en menos desinfecciones por parte de los militares, y destaca la alta presión hospitalaria en Madrid y las ciudades autónomas.

LA MORAL, ALTA

"A la orden, muy buenos días", le sigue el comandante Bernal, que resume las actuaciones en Baluarte departamento a departamento. También deja caer un dato preocupante: un 45 % de los viajeros que deben guardar cuarentena en España para prevenir las cepas brasileñas y sudafricana no pueden ser contactados por los rastreadores.

Braco pide entonces a los jefes de cada mando que expliquen las novedades e informen también de la "moral de la gente". Un comentario breve, dice. Todos apuntan en sus cuadernos. "Por mi parte voy a daros paso. Mando componente terrestre, teniente general Rodríguez, Pepe, adelante".

Pepe es el teniente general José Rodríguez, del Ejército de Tierra, que asegura desde Sevilla que sus militares, muchos dedicados a rastreos, "siguen totalmente comprometidos con su misión". Y pone a disposición de Braco sus medios de transporte para llevar vacunas a Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. "Seguimos con la misma disponibilidad".

A Rodríguez le sigue el contralmirante Ignacio Villanueva. "Iñaki, adelante". "Todo va viento en popa desde Rota", anuncia el jefe de la Armada, y la moral "está alta". "La gente se presenta voluntaria", destaca, porque les gusta el contacto directo con la población y "la voluntad de servicio".

Ellos también se ofrecen para transportar vacunas de Madrid a Rota y de allí, en helicóptero, a Ceuta y Melilla. "Buena coordinación y buen sentimiento desde Rota, cambio", concluye.

LA UME PASA A LA RESERVA

Del Mando Aeroespacial, es decir, el Ejército del Aire, toma la palabra el teniente general César Miguel Simón, que dice que "la activación ha sido menguante, tanto en las desinfecciones como en los rastreadores". "Esto es todo desde la base aérea de Torrejón".

La UME del teniente general Luis Martínez Meijide, también ubicada en Torrejón, ha notado asimismo "una disminución de las actividades". "Ahora el protagonismo se lo llevan otros mandos y la UME está más en reserva", dice. Siguen desinfectando algunas instalaciones, como Mercamadrid cada semana, pero a otro ritmo.

"Adelante mi general, adelante Rafa", dice Braco. Se trata de Rafael García Hernández, jefe del Mando del Ciberespacio, que vigila posibles ataques a los hospitales de la defensa y al Centro de Farmacia Militar. "Nuestra moral está alta porque hasta ahora, crucemos los dedos, no hemos tenido ataques", resume.

Por último, interviene el nuevo jefe de la Inspección General de Sanidad, el general de brigada Juan José Sánchez Ramos, que precisamente este martes se estrena en el puesto para impulsar la investigación e innovación en la sanidad militar.

Sánchez informa de un proyecto de uso de plasma hiperinmune en pacientes graves de covid y de la cantidad de gel hidroalcohólico almacenada: 62.280 litros. No se guardan más por el peligro del material inflamable.

Son las 13.30, una hora después del comienzo de la reunión. "Damos por concluida la videconferencia, podemos desconectarnos, gracias", dice Braco con puntualidad militar. Era justo lo que se preveía que iba a durar.