Las dudas y la alegría de la fe

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Tiempo de lectura: 1' Actualizado 26 may 2017

En vísperas de las festividades de Todos los Santos y de los Difuntos el Papa impartió ayer una deliciosa catequesis sobre la consoladora realidad de la comunión de los santos que profesamos en el Credo. Al hacerse eco de sus palabras, los medios de comunicación destacan hoy la revelación que hizo de que también él, como la mayoría de los creyentes, ha tenido dudas en el camino de la fe, explicando que no deben sorprendernos porque somos humanos, marcados por la fragilidad y las limitaciones. Francisco quería subrayar que en esos momentos difíciles hay que confiar en la ayuda de Dios a través de la oración, y al mismo tiempo encontrar el coraje y la humildad para pedir ayuda, para que los hermanos nos den una mano. En esta comunión somos una gran familia donde todos los miembros se ayudan y se apoyan mutuamente.La idea central de la catequesis fue que los cristianos nunca estamos solos y que esa comunión va más allá de la muerte. Esta realidad profunda que experimentamos ya aquí y ahora, confiere toda su belleza y alegría a la fe, que nos ofrece la certeza de que nos vamos a encontrar en el Cielo. El cristiano puede estar siempre alegre porque cuenta con la ayuda de los hermanos que hacen el mismo viaje, y de los que ya lo han culminado y nos esperan en la vida eterna, rezando por los que todavía caminamos. Aquí estriba el significado de las fiestas que se avecinan en las que nos comunicamos con todos los santos, sin necesidad, digamos en aras de la actualidad, ni de espías ni de truculencias cibernéticas.