TOROS | Fiasco ganadero en el cierre de Valladolid

Contra un muro de mansedumbre

Un manso y deslucido encierro de Castillejo de Huebra y José Manuel Sánchez dio al traste con el lucimiento del último festejo de la Feria de Valladolid. Sólo destacó Daniel Luque en la faena al sexto.

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Tiempo de lectura: 2' Actualizado 26 may 2017

Valladolid, domingo 8 de septiembre. Última de Feria. Un cuarto de plaza. Cuatro toros de Castillejo de Huebra y uno de José Manuel Sánchez (1º), desiguales de presentación y de juego manso y descastado. Manejables 1º y 6º. Un sobrero (2º bis) de Torrealba, discreto de presencia y deslucido. Leandro, saludos tras aviso y silencio. Iván Fandiño, saludos en ambos. Daniel Luque, saludos y silencio. Mal final para la feria de Valladolid. Ni público en los tendidos ni toros con casta en el ruedo. Tarde aburrida y de escaso contenido por culpa de un manso y bruto encierro de Castillejo de Huebra y José Manuel Sánchez. Los 'murubes' de la familia Sánchez Cobaleda no hubo por donde cogerlos. Ni el sobrero de Torrealba mejoró a los titulares.Noble y con duración fue el primero de Juan Manuel Sánchez al que Leandro trenzó una faena aseada y templada, mejor resuelta a derechas, lado por donde se desplazó mejor el toro. La estocada viajó atravesada y necesito de varios descabellos.Menos opción tuvo Leandro con el nulo que hizo cuarto. El de Castillejo de Huebra tiró de freno de mano pronto y si por el derecho se quedó corto por el izquierdo no quiso ni pasar.Se descoordinó el primero de Fandiño y en su lugar saltó un sobrero de Torrealba que siempre tendió a meterse por dentro y quedarse corto en su embestida. A base de insistir, el torero vasco sacó una tanda en redondo poderosa y por abajo. La estocada, casi entera, fue suficiente para pasaportar al de Torrealba.El quinto fue un manso que embistió siempre a pechazos, sin clase ni estilo. Fandiño quiso ponerse en el sitio y en la distancia corta pudo robar una serie a derechas. Lo único destacado junto a una buen volapié.Al natural casi se desarrolló la faena de Daniel Luque al terciado tercero. El trasteo del sevillano estuvo presidido por el temple y el buen gusto en muchos de sus pasajes. Pero una estocada contraria y el fallo con el descabello redujeron el premio final a una ovación.Hubo que esperar al sexto para ver el único conato de faena trenzada y con fundamento. El de Castillejo de Huebra medio se dejó y Luque pudo torear muy templado, siempre acompañando rítmicamente las suavonas embestidas de su oponente. Pero se atascó con el acero y todo quedó en un espejismo.