Una Iglesia abierta para "todos", no tener miedo...los mensajes clave del Papa Francisco en esta JMJ
ECCLESIA recuerda los mensajes clave que el Santo Padre ha dejado durante su estancia en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Lisboa
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La JMJ ha acabado en Lisboa pero continúa "en todo el mundo". El Papa Francisco ha propuesto a los jóvenes a ponerse en camino, dando testimonio del Evangelio con su propia vida. "Han sido días inolvidables", dijo el Papa Francisco este domingo a los voluntarios de la JMJ y en ECCLESIA queremos recordar los mensajes clave que el Santo Padre ha dejado durante estos días en Portugal.
El mensaje sobre Europa en el primer discurso ante las autoridades
“Me siento contento de estar en Lisboa, ciudad de encuentro que abraza diferentes pueblos y culturas, y que en estos días se vuelve todavía más universal; se transforma, de alguna manera, en la capital del mundo”, dijo el Papa durante su primer discurso en tierras lusas.
Francisco destacó el carácter multétnico y multicultural de la ciudad que “ahonda sus raíces en el deseo de abrirse al mundo y explorarlo, navegando hacia horizontes nuevos y más amplios” y ha recordado además la importancia del mar en la capital lusa, “un mar que es mucho más que un elemento paisajístico, es una vocación impresa en el alma de cada portugués”.
"El mundo necesita a Europa, a la verdadera Europa; necesita de su papel de constructora de puentes y de paz en su parte oriental, en el Mediterráneo, en África y en Oriente Medio”.
La Iglesia, “un lugar para todos”
Francisco visitó el Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belém donde celebró y presidió las Vísperas con los obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos, seminaristas y catequistas del país.
“La Iglesia es sinodal, es comunión, ayuda recíproca, camino común. A esto tiende el Sínodo en curso, que tendrá su primer momento asambleario en el próximo mes de octubre. En la barca de la Iglesia tiene que haber lugar para todos: todos los bautizados están llamados a subir en ella y a echar las redes, comprometiéndose personalmente en el anuncio del Evangelio”, dijo el Papa durante su segundo discurso.
El encuentro con los universitarios
Francisco empezó el jueves encontrándose con los jóvenes universitarios a los cuales les dijo de buscar y arriesgar en este momento histórico porque “los desafíos son enormes y los quejidos dolorosos”. Asimismo, y continuando su discurso, les pidió ser “protagonistas de una “nueva coreografía” que coloque en el centro a la persona humana, sean coreógrafos de la danza de la vida”.
“Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños; ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!”, les dijo Francisco.
La ceremonia de acogida en el 'Colina del Encuentro'
El primer gran evento de la JMJ fue el pasado jueves cuando el Papa se reunión con los miles de jóvenes presentes en Lisboa. Durante su discurso, Francisco tuvo la posibilidad de responder a algunas cartas de jóvenes que le llegaron en los días anteriores a la JMJ, cartas donde los jóvenes afirmaban sentirse excluidos o no aceptados en los lugares de la Iglesia: “Amigos, quisiera ser claro con ustedes, que son alérgicos a la falsedad y a las palabras vacías: en la Iglesia hay espacio para todos, todos, todos, no sobra nadie".
El encuentro con los más necesitados
El tercer día del Papa empezó en el Centro Parroquial de Serafin para un encuentro con los representantes de algunos centros de asistencia y caridad de Portugal. "¿Le tengo asco a la pobreza de los demás? ¿Busco siempre la vida destilada, esa que existe en mi fantasía, pero no existe en la realidad? No podría existir una JMJ sin tener en cuenta estas realidades. Con el compromiso de ustedes están generando inspiración, están generando vida. Se lo agradezco de todo corazón", les dijo el Papa en un discurso improvisado.
El Vía Crucis en la 'Colina del Encuentro'
La ya famosa 'Colina del Encuentro' en el Parque Eduardo VII se volvió a llenar de jóvenes el pasado jueves para vivir el tradicional Vía Crucis de la JMJ. Francisco, que una vez más llegó a bordo del papamóvil, escuchó las clamores de un mundo que sufre, dirigió un nuevo mensaje a los jóvenes peregrinos y rezó junto a ellos.
Reflexionando sobre la cruz, que acompaña cada JMJ, el Papa fue claro: “Es el icono, la figura de este camino. Es el sentido más grande del amor más grande. Ese amor con Jesús quiere abrazar nuestras vidas, la de cada uno de nosotros. Jesús camina por mí y lo tenemos que decir todos. Jesús empieza nuestro camino por mí, para dar su vida por mí. Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos. No se olviden esto”.
La histórica mañana en el Santuario de Fátima
Fue algo histórico lo que vivió el Papa Francisco en Fátima. Tras entrar en la capilla, Francisco veneró la imagen de la Virgen María de Fátima y se detuvo rezando ante ella algunos instantes en silencio. Quizás uno de los momentos más emocionantes de los días en Portugal.
“La capilla de las apariciones es una hermosa imagen de la Iglesia: acogedora y sin puertas, un santuario al aire libre, en el corazón de esta plaza que evoca un gran abrazo materno. Sea siempre así en la Iglesia, que es madre: puertas abiertas para todos, para facilitar el encuentro con Dios; y lugar para todos, porque cada uno es importante a los ojos del Señor y de la Virgen”, dijo Francisco.
La Vigilia en el 'Campo de Gracia”
Y llegó uno de los momentos más esperados de cada JMJ, la gran Vigilía con los jóvenes en el 'Campo de Gracia'. Cientos de miles de peregrinos avanzaron desde primera hora de la tarde hacia el Parque do Tejo, la gigantesca explanada de las afueras de la ciudad que fue escenario de la vigilia.
Francisco fue muy claro también durante su discurso improvisado: “El único momento que es licito mirar a una persona de arriba a abajo es para ayudar a levantarse”.
“No hay ningún curso para enseñarnos en caminar en la vida, eso se aprende de los padres, de los abuelos, de los amigos. En la vida se aprende y eso es entrenamiento en el camino. Yo les dejo con esta idea, caminar y si uno se cae levantarse, caminar con una meta, entrenarse todos los días en la vida. En la vida nada es gratis, todo se paga. Solo hay una cosa gratis, el amor de Jesús”, afirmó Francisco improvisando su discurso.
La Santa Misa de Envío en la JMJ Lisboa 2023
Tras presidir la Santa Misa de Envío en el Campo de Gracia y anunciar que Seúl será la sede de la próxima JMJ en el año 2027, Francisco rezó el Ángelus en Lisboa destacando una palabra que se escuchó muchas veces en estos días en las calles de Lisboa: “Gracias, mejor dicho, ¡Obrigado!”.
Francisco no se olvidó tampoco de los países que se encuentran en estos momentos en guerra y a los jóvenes que no han podido llegar a Lisboa por culpa de los conflictos: “Siento un gran dolor por la querida Ucrania, que sigue sufriendo tanto. Amigos, permítanme que yo, anciano, comparta con ustedes, jóvenes, un sueño que llevo en el corazón: el sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz, viven en paz y construyen un futuro de paz. Por medio del Ángelus pongamos el futuro de la humanidad en manos de María, Reina de la Paz. Y de regreso a casa, sigan rezando por la paz. Ustedes son un signo de paz para el mundo, un testimonio de cómo las diversas nacionalidades, las lenguas y las historias pueden unir en lugar de dividir. Ustedes son la esperanza para un mundo diferente”.